Preguntó la ninfa Calipso…
“Ulises ¿de verdad deseas marchar de regreso a tu casa y a tu patria?
Si supieras de los males que habrás de padecer antes de volver a tu tierra, te quedarías conmigo en esta bienaventurada morada y como yo, serías inmortal. Y aunque estés deseoso de ver a tu esposa, de la que padeces recuerdo y soledad, bien sabes que ninguna mujer mortal puede competir en belleza con las diosas y yo, me jacto de ser la de la más divina belleza”…
A lo que Ulises contestó:
“No te enojes conmigo, venerada deidad, conozco muy bien que la prudente Penélope te es inferior en belleza y gracia, siendo ella mortal y tú inmortal y exenta de vejez. Sin embargo deseo marchar a mi casa y a mi patria y anhelo ver lucir el día de mi vuelta. Y si alguno de los dioses quisiera aniquilarme cruzando el mar, lo sufriré con el ánimo que llena mi pecho y que tan pacientemente sobrelleva el dolor, pues en la mar y en la guerra, ya supe padecer en el viaje de la vida antes de llegar a éste, tu hermoso lugar”.
Odisea. Canto V. “La balsa de Ulises”.
https://www.youtube.com/watch?v=f5mumsNM3rw