Muchos pasajes de las Escrituras describen a Jesús como el Siervo de Dios, de hecho Él se describe a sí mismo como alguien que no vino para ser servido, sino alguien que vino para servir, como lo narra Mateo 20:26-28
¿Estás dispuesto a dejar tu vida en las manos del alfarero y permitir que Dios te moldee para que así puedas cumplir el propósito para el cual fuiste creado?
Debemos recordar que dependemos totalmente de Jesús para poder dar buen fruto, que simplemente somos pámpanos pero Él es la vid verdadera y que separados de Él nada podemos hacer.