Haciendo la señal de la cruz en los labios.
V: Señor, abre mis labios
* R: Y mi boca proclamará tu alabanza.
* Antífona: Al Señor, al gran Rey, venid, adorémosle.
Todos lo recitan a una sola voz.
Para todos los salmos y cánticos, al final se dice “Gloria al Padre…”. Se omite cuando se indique.
Todos lo recitan a una sola voz.
* Gracias, Señor, por el día…
* Antífona 1: Señor, has sido bueno con tu tierra, has perdonado la culpa de tu pueblo.
Todos lo recitan a una sola voz.
* Antífona 2: Mi alma te ansía de noche, Señor; mi espíritu madruga por ti.
Todos lo recitan a una sola voz.
Cántico Is. 26, 1–4 . 7–9 . 12
* Antífona 3: Ilumina, Señor, tu rostro sobre nosotros.
Todos lo recitan a una sola voz.
I Jn. 4, 14–15 Se puede dejar un breve espacio de silencio para meditación.
V: Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
* R: Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
V: Mi alcázar, mi libertador.
V: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
* R: Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
CÁNTICO EVANGÉLICO (de pie)
* Antífona: Proclama la palabra, insiste con oportunidad o sin ella, persuade, reprende, exhorta, armado de toda paciencia y doctrina.
Todos lo recitan a una sola voz.
Haciendo la señal de la cruz sobre sí. Lc. 1, 68–79
Las respuestas a las preces, son las siguientes:
* Acuérdate, Señor, de tu pueblo.
* y haz que no deje nunca de glorificarte.
* los que en ti ponemos nuestra fe y nuestra esperanza.
* ya que sin ti nada podemos hacer.
* que este día que comienza les traiga solaz y alegría.
Se añaden intenciones libres cuando se indique, a las intenciones respondemos: * Acuérdate, Señor, de tu pueblo.
Se termina con la invitación al Padre Nuestro, todos a una voz: * Padre Nuestro que estás…
Se toma la oración propia del santoral, santos Timoteo y Tito, obispos. La recita quien dirige el rezo de la hora. Todos responden al final: * Amén.
Haciendo la señal de la cruz sobre sí mismos
V: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.