En Libertad y Progreso consideramos que para el sector energético la principal política debe ser la previsibilidad.
Es importante que el país salga de manera gradual y sostenida de las leyes de emergencia y regulaciones excesivas que tanto perjudican al sector.
Aquellos que quieren invertir necesitan reglas de juego claras con seguridad jurídica, instituciones fuertes y sin favoritismos políticos ni arbitrariedades.