Este libro fue una grata sorpresa. En sus 416 páginas Nicholas Christakis hace un caso sólido sobre aquello que nos hace capaces de crear sociedades colaborativas, prosperas y con lazos estrechos.

Qué podemos aprender del hongo Matsutake para volvernos más resilientes y capaces de prosperar en un mundo precario e incierto. Aquí Anna Lowenhaupt Tsing nos entrega un libro con aristas al respecto.

En un viaje por la ciencia Bryson nos recuerda que somos improbables y todavía no sabemos porque estamos aquí y como empezamos a hacer lo que hacemos, pero sabemos que somos afortunados y somos la única especie capaz de hacer la diferencia.

Empecemos a hablar de nuestros objetos, no nos hace más “materialistas”, por el contrario, nos permite enriquecer nuestra vida psíquica y relacional.

La educación puede hacer personas más completas y felices, siempre y cuando dejemos de pensarla como una maquina generadora de empleados y “mejoría económica”

Los límites y la resistencia del cuerpo y el espíritu humano en un texto anecdótico y bien investigado de Alex Hutchinson.

La ciudad se diseña viviéndola. Las ciudades son un experimento que evoluciona. Pensar en su capacidad de hacernos felices y conocer algunos ejemplos que lo han logrado, es un resultado de leer este texto del periodista canadiense Charles Montgomery.

Cómo tomar mejores decisiones y qué nos puede enseñar el poker sobre la vida, la incertidumbre, las creencias y nuestra propia mente.

Sabemos menos de lo que pensamos y pensamos que pensamos solos. Ambos fenómenos son falsos. Pero podemos pensar mejor. Aquí algunos consejos.

¿Qué es el propósito y de dónde se saca ese pokemon?