Todo lo que hacemos en esta vida tiene repercusiones, porque hay una ley vigente y es la ley de la siembra y la cosecha. A veces sin conciencia de esto no cuidamos nuestras palabras, decimos lo que nos antoja, maldecimos a las personas, a nuestros hijos. Y al tener una mente tan inocente los lastimamos y dañamos sus emociones, luego, su autoestima se construye en base a experiencias muy negativas. No cuidamos nuestra forma de relacionarnos con los demás. Sin saber, que en algún momento, empezaremos a cosechar lo que sembramos.
Cuidar lo que siembro he aquí una de las grandes claves de la vida.
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