Segunda parte del Quijote: Capítulo 24 Donde se cuentan mil zarandajas tan impertinentes como necesarias ...
Es uno de los capítulos más excepcionales de la Segunda parte, especialmente por lo que toca a su composición. A primera vista, es un conjunto incoherente y aun agramatical de fragmentos disparatados escrito con el único fin de enlazar dos importantísimos episodios —el de la aventura de la cueva de Montesinos y el del retablo de maese Pedro— con el desplazamiento del lugar de la acción desde el Campo de Montiel hacia la Mancha de Aragón
Segunda parte del Quijote: Capítulo 24 Donde se cuentan mil zarandajas tan impertinentes como necesarias ...
Es uno de los capítulos más excepcionales de la Segunda parte, especialmente por lo que toca a su composición. A primera vista, es un conjunto incoherente y aun agramatical de fragmentos disparatados escrito con el único fin de enlazar dos importantísimos episodios —el de la aventura de la cueva de Montesinos y el del retablo de maese Pedro— con el desplazamiento del lugar de la acción desde el Campo de Montiel hacia la Mancha de Aragón