Es una tragedia a la que nos lleva el oír y hacer un mal consejo.
Los cristianos debemos aconsejar solo buenos consejos, son los de la palabra de Dios.
El rey Ocozías a pesar de que su abuelo fue el rey Josafat, no atendió a los consejos que de niño, lo más seguro, había escuchado de el, por lo tanto su vida es un ejemplo del fracaso de alguien por escuchar y poner por obra los malos consejos.