Naara Sirera es una mujer fuerte. Es el tipo de persona que te gustaría tener al lado si tienes que atravesar una tormenta. Como suele pasar, uno no nace fuerte, se hace fuerte con las embestidas de la vida y una de las suyas vino en forma de cáncer de pecho cuando tenía 27 años y acababa de abrir su primer estudio de maquillaje. Ahí la luz se apagó y tuvo que aprender a ir por la vida a tientas pero, como siempre suele pasar, de los peores momentos sacamos los mayores aprendizajes. Naara nos cuenta todo lo que aprendió como persona y como maquilladora.

En Saigu apreciamos mucho a Naara porque sí, porque nos cae muy bien y es una crack. Pero también porque, como maquilladora, se ha especializado en pieles complicadas, en pieles con historias, en pieles que cuentan más de lo que a su dueña le gustaría mostrar. Y también da clases para transmitir ese conocimiento a otras profesionales. El camino que la ha traído hasta aquí bien merece empezar con un ‘Si yo te contara…’.

Jehosua Vögele es un gran maquillador que hace pasarelas, alfombras rojas, eventos, bodas y que muestra su trabajo en redes. Dicho así, su historia podría parecerse a la de cualquier profesional, pero el camino de Jehosua para llegar hasta ahí ha sido uno muy duro y doloroso. Si al común de los mortales nos da terror pensar en perder a algún miembro de nuestra familia, él la perdió toda entera a los 21 años porque la religión a la que pertenecen les prohíbe relacionarse con miembros que no forman parte de su comunidad. Así que tuvo que buscarse la vida sólo en otra ciudad y la pasión por el maquillaje fue lo único que le permitió seguir a flote.

En Saigu le hemos pedido que nos contara su historia con todo el cariño y respeto, sin mencionar la religión de su familia, porque compartimos esa pasión y le admiramos mucho por su trabajo y por su fortaleza.

Agustina de Veras crea unos vídeos de maquillaje que nada tienen que envidiar a las grandes campañas de televisión. Más allá del look en sí, la calidad de la imagen, la iluminación, el sonido, la edición… ahí parece que haya un ejército de profesionales y en realidad está ella sola en su casa lidiando con sus inseguridades y su TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad). La vena artística la llevó al mundo del maquillaje, las bodas la curtieron como profesional y la creación de contenido audiovisual le permite expandir ese arte y vivir de él.

En Saigu queríamos averiguar la historia detrás de esos vídeos tan impecables y cómo es la trayectoria hasta conseguir monetizar esa pulsión artística. La de Agustina es una de esas cuentas que todavía no refleja en números la calidad de su trabajo, pero por eso nos gusta presentarte su trayectoria para que la sigas de cerca y puedas decir ‘yo te he seguido desde el principio’.

Cuando ves a Ester Carpes en sus redes, tan divina, tan maja, tan perfecta… puedes cometer el error de pensar ‘vaya suerte’ ser maquilladora, formadora de profesionales y prescriptora de productos de cosmética en redes. Incluso puedes tener la temeridad de creer que lo ha tenido fácil para llegar hasta ahí. Pero cuando descubres que nació en la localidad de Alhama de Murcia, de 22 mil habitantes, y que actualmente sigue viviendo ahí, empiezan las preguntas. ¿Cómo lo hace? ¿Cómo se atrevió a soñar con algo tan imposible? ¿Por dónde la habrá llevado la vida? ¿Cómo lo ha conseguido? 

En Saigu su historia nos parece muy inspiradora y creemos que no te la puedes perder. Solo te adelantaremos que durante ocho años cantó en una orquesta y que los alumnos a los que dio clase como maestra todavía la saludan con cariño cuando se la encuentran por el súper. Y estas son solo un par de anécdotas de todas las historias que puede contar Ester Carpes después de un ‘Si yo te contara…’.