En este nuevo episodio me re-encuentro con este artista gallego que entiende como pocos la profunda excepcionalidad que reside en lo cotidiano y en lo habitual. Un ser sensible, que se descubre preocupado por mantener la libertad de representación intacta, y que admira el misterio que resulta de la voluntad de la representación formal. Este invitado ha aprendido a vivir la aventura del arte, ha buscado espacios para dudar, se ha encaminado hacia el arte del concepto, y nos habla de las velocidades de un tiempo intrínseco, pero todo sin demasiados tirabuzones y sin pretender sentar cátedra. Su visión del tiempo me lleva a pensar en lo que parte de la rima, del ritmo, de la velocidad que imprimimos a las cosas cada día. Este es un episodio relativo, elíptico; casi circular.