Cuando hablo de felicidad, éxito, riqueza, las palabras fluyen, bailan y vibran en las posibilidades, son temas lumínicos, radiantes; pero ya sabemos que la vida es mucho más que eso, que los grises forman parte de ella, y que sería iluso obviar la realidad.
Por lo tanto, cuando planteo lo lumínico equivale a vender vitaminas, todos las requieren y saben que les hará bien tomarlas; en cambio hablar de DUELO, SEPARACIONES, RUPTURAS, PERDÓN, viene a ser como vender medicinas, son necesarias, más no deseables, en nuestra vida.