"Ved a María santísima, ved a José, mirad a Jesús". P. Reginaldo Toro.

Junto a Reginaldo sigamos mirando el pesebre para descubrir más del amor infinito de nuestro Dios. Miremos a María,lo que Dios a hecho en Ella por haber creído, miremos a José su recompensa por saber responder el designio de Dios, miremos a Jesús el DIOS CON NOSOTROS!!!!

Reginaldo, misionero en salida. Viajaba por toda su diócesis para encontrarse con sus hermanos y llevarles la gracia de los sacramentos, la confesión, el bautismo, la comunión. Actividad intensa llevada a cabo para que la gente se salve. Vayamos con él a abrazar a la humanidad doliente, comencemos por casa.

Encontramos en un discurso de Reginaldo 5 actitudes concretas que nos orientarán en la preparación de adviento, podríamos tomarlas como propósito.

Decía él que en este plan de Dios en el que nosotros ponemos humildemente nuestra fe, nuestra esperanza en Dios y nos dice que Dios nos pide a nosotros únicamente: ánimo y buena voluntad.

Estas son las 5 claves:la humildad, la fe, la esperanza, el ánimo y la buena voluntad.

También podemos traer a la memoria lo que nos decía nuestro padre:

Ved a María, ved a José, mira a Jesús, ¿Qué virtudes resplandecen?

Hablar de nuestro padre Reginaldo es un gran honor, queremos que todos lo conozcan, que se dejen guiar por él en los desafíos que cada realidad nos presenta. Modelo de virtudes, hombre de silencio, oración y acción; amó a la Iglesia y se entregó por ella. Conocelo y tenelo también como padre y compañero, intercesor frente a tantas necesidades. Visitá nuestra web: https://padrereginaldotoro.com/biografia/

Todos los santos fueron personas como nosotros, enfrentaron desafíos propios de su época,lucharon con sus propias debilidades, vivieron con valentía las virtudes y unidos a Cristo se convirtieron en una mejor versión de sí mismos, dieron testimonio de amor a Dios y a los hermanos entregando sus vidas.

Reginaldo un hombre profundamente entregado a Dios,que confió y lo encontró en la oración,el silencio y la contemplación un Dominico por excelencia. Su vida de unión con Dios puede resumirse en esta expresión tan sencilla como profunda y propia: "Soy de Dios, soy siempre de Dios".

La santidad, qué escasa es o parece ser. Cuán necesaria y conveniente es para cada creyente y cuán benéfica para la humanidad! Muchas personas piensan que los santos son "elegidos de Dios", como si hubieran sido tocados por una varita mágica o que vinieron con un sello en la frente que lo determina como tales; pero no, todos estamos llamados a ser santos.... Y, ¿qué es ser santos? ¿Quiénes son los santos? Son personas,varones y mujeres de todas las edades, clases sociales, estados de vida, formas de vivir, que conocieron a Jesús y decidieron seguirlo, aprendieron a amarlo y cada uno, con su propio proceso de conversión, aprendieron a amar a Jesús,a actuar como Él,a amar como Él. Descubrieron,por la Fe,que Dios quiere que todos seamos perfectos como Él.

Para cerrar estos episodios sobre la devoción Mariana de Reginaldo,

recuerdo cómo describe nuestro padre a María, la llama "auxilio" porque su abrazo, su mirada maternal nos llena de paz, nos permite ver con amor y caridad a nuestros hermanos. Nos habla también nuestro Padre de "nueva confianza y valor", para que ese ver se transforme verdaderamente en una mirada fraterna entre nosotros y con el resto de la sociedad, tan necesitada; y recordar cómo el Padre Reginaldo se refiere María, como "Madre de Misericordia". Ella es amor, perdón, nos espera y nos conduce por el camino hacia Jesús. Pidamos su AUXILIO, pidamos NUEVA CONFIANZA Y VALOR a nuestra MADRE DE MISERICORDIA.

María Madre de Misericordia.

Qué bello sentir a María como Madre pero, una Madre de Misericordia, como la llamaba el Padre Reginaldo.

¿Quién no quisiera sentirse amado, perdonado, animado? Y más hoy, en este tiempo lleno de necesidades, conflictos y preocupaciones.

Si pensamos en Ella, en María, si contemplamos cada misterio del Santo Rosario podremos descubrir ese amor, esa paz que nos invita a reconocernos como sus hijos. Seguro compartiremos ese privilegio con otros ...llevando ese amor, esa paz y fraternidad a nuestras familias, a nuestras reuniones, trabajo, estudio a toda la comunidad...

Dice Reginaldo: " Soberana Reina del Rosario a ti acudimos porque sois la salud de los mortales, el refugio de los desamparados, el Consuelo de los afligidos... Madre vos conocéis nuestras almas..."

Cuánta esperanza nos transmiten estas palabras, Ella nos conoce y nos ama. El Padre Reginaldo nos invita a acudir a Ella, tenerla presente porque nos conduce a Jesús, nos acompaña, nos muestra el camino.

Destaco en este día, estas palabras de nuestro Padre Reginaldo "nueva confianza y valor" .

En estos tiempos difíciles, cargados de incertidumbre, no estamos solos, María es el camino que nos conduce a Jesús donde, de su mano renovamos nuestra confianza para amar ...aún más, ser pacientes...aún más, perdonar...aun más, fraternizar...aún más y tener el Valor de perseverar, porque no nos deja: nos sostiene, nos abraza, nos llama dulcemente...hijas y, nos espera.

-Preguntaba el Padre Reginaldo - en uno de sus escritos- ¿No es verdad, que tú, Madre del Amor hermoso, prometiste a Santo Domingo, que quien quiera gracias, la encontrará rezando el Rosario?

Qué maravilla, primero saber con qué ternura se dirigía nuestro Padre, a María..."Madre del amor hermoso" y segundo nos enseña que recurramos a María a través de tan bella oración: el Santo Rosario, donde los milagros pasan desapercibidos para unos, pero llena el Alma de quien recita tan bella melodía.

Pidamos, vayamos a sus brazos no nos cansemos...confiemos y nuevas fuerzas nacerán para bien de la comunidad, de la Iglesia, de los religiosos, las familias y para nosotros pequeñas almas.

Reginaldo Toro dice a Nuestra Madre, "auxilio".

¡Que palabra tan llena de humildad!, tan necesaria en estos tiempos, donde al sabernos tan necesitados, tan agobiados de preocupaciones recurrimos al Auxilio de María. María del Rosario que recibe a cada hijo con amor maternal, que su abrazo llena nuestras almas de paz, amor y caridad hacia nuestros hermanos más necesitados.

Somos sus niñas pequeñas y tanto nos quiere ayudar, nos levanta para acercarnos a su hijo Jesús. ¿Cómo no prendernos de su mano, cómo negarnos a recibir de su auxilio? Qué lindas palabras nos legó Reginaldo sobre María, cómo no reflexionar y hacerlas presente en nuestro diario vivir. Gracias Padre.