Prólogo de la novela «Staurofila», de María Nestora Téllez. La novela inicia en el Reino de las Luces, donde el Rey da al matrimonio de Protáner y Protogina la promesa de casar a su hijo, el Príncipe de las Luces, con la hija que el matrimonio espera, a la cual llamarán Staurofila. Sin embargo, Protáner y Protógina traicionan la confianza del rey, y liberan al terrible genio, con forma de sierpe de siete cabezas, que tenían la obligación de mantener encadenado, por engaños de éste. A Staurofila le queda una marca de la sierpe en el cuello. El rey se enoja, pero el príncipe aboga por Protáner y Protogina y mantiene la promesa de casarse con Staurofila en cuanto él encadene nuevamente a la sierpe, y además borrar la marca de la sierpe del cuello de Staurofila. Mientras, Protáner, Protogina, la pequeña Staurofila y Filautía, la nodriza de la niña, son expulsados al Desierto de las Lágrimas.