En el primer episodio de este podcast te conté las fases del sueño y por qué soñamos. Hasta te conté qué podías hacer para acordarte de lo que sueñas cada noche... pero recuerda también que eso no favorecía precisamente el buen descanso que es lo que estamos intentando conseguir siempre.
Hoy te voy a hablar un poco más del proceso de los sueños. Probablemente cuando has recordado algún sueño te has preguntado cómo terminaba la historia. Tienes la sensación de haberte quedado a medias. Muchas veces no importa, porque el sueño nos parece raro, caótico... incluso a veces poco deseable aunque no lo consideremos una pesadilla. Pero otras veces, ¿cómo termina mi sueño? Estaba soñando algo bueno, bonito, interesante... ¡pero no sé cómo termina!
Y no lo puedes saber, porque si te acuerdas del sueño es que lo has interrumpido al despertarte. Así que, ¿cómo terminan los sueños? ¿me quedo sin un buen final? Bueno, ahora entraré en el proceso de los sueños y verás qué fácil le ponemos un final a nuestro gusto.
¿Y por qué nos gustan las historias con finales felices? La respuesta es bastante sencilla: porque las historias que nos gustan son con las que empatizamos, y a todos nos gusta que nuestras historias acaben bien. Pero los escritores y guionistas no siempre le ponen finales felices a sus historias, ¿recuerdas alguna película o un libro con un final negativo?
Dijo Cristian Vázquez, periodista y escritor contemporáneo argentino, parafraseando a Tolstoi en Ana Karenina haciendo mención a los finales en vez de a las familias que "todos los finales felices se parecen entre sí, igual que todas las comedias románticas. Los finales desdichados, en cambio, lo son cada uno a su modo. Y eso, en ocasiones, los hace memorables."
Cuando comenzamos una historia, normalmente queremos y sabemos que terminará bien, incluso podemos intuir cuál será el final positivo que no puede ser otro mas que el que es. Eso no nos hace perder el interés en la historia, porque el final es necesario pero lo que nos gusta es la historia.
Si te acuerdas de un sueño, y quieres un final feliz para él, es tan sencillo como imaginarte de manera lúcida y consciente cuál es el final que quieres para esa historia. Disfruta de recordar tu sueño, y ponle el final que quieras.
Si quieres que ese recuerdo permanezca, te sugiero que lo apuntes. Cuando recodamos un sueño al despertarnos, nos parece muy claro, pero al cabo de poco el recuerdo de ese sueño se desvanece, no queda en la memoria. Ya sabes que nuestro cerebro selecciona lo importante para guardarlo y la mayor parte lo olvida. Los recuerdos de lo soñado no suelen estar dentro de las cosas importantes o útiles para recordar, entre otras cosas porque no son reales, así que no tardarás en olvidar lo que soñaste ayer, aunque ayer al levantarte te acordaras de tu último sueño.
Sigue aprendiendo escuchando el pódcast.