Dentro del desarrollo cognitivo y afectivo de cada persona, las relaciones emocionales con personas significativas, así como el sentimiento de pertenencia dentro de un colectivo sociocultural, posibilitan un bienestar general de la persona. Por otra parte, la falta de relaciones significativas de calidad y en la cantidad necesaria, puede provocar en la persona, en especial dentro de sus primeros años de desarrollo evolutivo, sentimientos de tristeza, malestar, aburrimiento, desosiego, sentimientos de vacío, vivencias de aislamiento y distanciamiento y ansiedad, que conllevará consecuencias negativas en esta,
Lamentablemente muchas veces las condiciones de vida de las familias, no permiten que muchos niños/as puedan acceder a esta relación afectiva saludable. En este espacio, surgen conductas disruptivas u otras conductas desadaptativas.
Sin embargo, frente a esta ausencia de figura afectiva, se presenta, la relación entre los/as niños/as y sus animales, tanto en la zona rural y como urbana, que brindan ese afecto y cercanía de la cual muchos de ellos carecen.
Para este tema hemos invitado a Mayerlin Salazar Saucedo, ella es psicóloga de Bolivia, radica desde más de 15 años en España. Es master en dirección de recursos humanos, y trabaja en el sector sociosanitario con familias, niños y adolescentes.