¿Cuántas veces hemos sentido que no somos suficiente para los demás, por más que nos esforcemos en mantener contento a todo el mundo?, a muchos desde niños nuestros padres nos enseñaron que para lograr el amor, y la aprobación de los demás, teníamos que hacer de todo, para mantenerlos contentos , pero en realidad, no necesitamos buscar la aprobación de nadie afuera, solo la nuestra, creyendo lo que dice Dios de nosotros.