Introducción al Sexto Repaso.
1. Para este repaso utilizaremos sólo una idea por día y la practicaremos tan a menudo como nos sea posible. Además del tiempo que le dediques mañana y noche, que no debería ser menos de quince minutos cada vez, y de los recordatorios que has de realizar cada hora durante el transcurso del día, usa la idea tan a menudo como puedas entre estos recordatorios. Cada una de estas ideas por sí sola podría salvarte si verdaderamente la aprendieras. Cada una de ellas sería suficiente para liberaros a ti y al mundo de cualquier clase de cautiverio e invitar de nuevo el recuerdo de Dios.
6. Cuando la tentación te asedie, apresúrate a proclamar que ya no eres su presa, diciendo:
No quiero este pensamiento. El que quiero es _____.
Sexto Repaso: Lección 213
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
1. (193) Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda.
2Una lección es un milagro que Dios me ofrece, en lugar de los pensamientos que concebí que me hacen daño. 3Lo que aprendo de Él se convierte en el modo en que me libero. 4Por eso elijo aprender Sus lecciones y olvidarme de las mías.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.