Lección # 277 Un Curso de Milagros
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“No dejes que aprisione a Tu Hijo con leyes que yo mismo inventé.”
5 Tema Especial.
El Cuerpo
Es un instrumento para el reencuentro del amor, se nos ha dado para deshacer la ilusión, cada vez que nos incomoda con el dolor, la enfermedad o del temor a la muerte, nos brinda la oportunidad de encontrar las respuestas de la verdad.
Por medio de él, creamos la separación porque así encontramos a los demás para luego recordar que a través de otros cuerpos vemos nuestros reflejos temerosos que terminaran cuando salgamos al encuentro del verdadero amor, nos aceptemos y nos reconozcamos como los hijos De Dios que nunca hemos dejado de ser, recobrando nuestra verdadera seguridad que trasciende el fantasma de la muerte nos abre la bendición de disfrutar de la verdadera vida que no tiene fin.
La lección de hoy es:
“No dejes que aprisione a Tu Hijo con leyes que yo mismo inventé.”
Explicación:
Hoy tenemos una petición amorosa y por ende poderosa, una protección sobre nuestra manera de percibir lo que a diario vemos y vivimos y ante todo la forma en la lo asumimos. Hemos creado nuestros propios criterios de lo correcto e incorrecto, hemos enjuiciado apropiándonos del rol del justiciero y con ello no sólo emitimos juicios sino que destruimos y condenamos la obra De Dios, construyendo falsos dioses divisorios de los cuales hoy pedimos ser alejados.
La condena del error no solo aprisiona a quien encadenamos con él, vamos juntos al calabozo del miedo y la separación, asegurando que Dios falló, se equivocó o jugó a crear criaturas insensibles, maltratadoras y todo adjetivo separado del amor que le hayamos impuesto.
Hoy vemos la verdad, que todo esto lo hemos creado, pero hoy también decididamente ponemos fin a esta ilusión, pues por más que hayamos aseverado tal conclusión, Ni Dios, ni sus Hijos han cambiado.
“Tu Hijo es libre, Padre mío. No dejes que me imagine que lo he aprisionado con las leyes que yo mismo inventé para que gobernasen el cuerpo. Él no está sujeto a ninguna de las leyes que promulgue para ofrecerle más seguridad al cuerpo. Lo que cambia no puede alterarlo en absoluto. Él no es esclavo de ninguna de las leyes del tiempo. Él es tal como Tú lo creaste porque no conoce otra ley que la del amor.”
Práctica
Lee lenta y pausadamente la lección y la explicación que la acompaña, luego entra en el profundo silencio para que sea la Voz De Dios que te guíe en este recorrido, y puedas sentir La Paz que Él te brinda con su presencia y la manera en la que revelará lo que significas para Él, cuando aceptas su unión perfecta, esa que jamas ha desaparecido.
Durante el día mantén presente la
Afirmación y recuérdala cada vez que sientas necesidad de ponerla en práctica.
“No dejes que aprisione a Tu Hijo con leyes que yo mismo inventé.”