Todas las personas tenemos en nuestra interior algunos temores. Situaciones nuevas, cambios, traumas, inseguridades, etc. Pueden ser muchas las fuentes de nuestros temores. No obstante, sin importar tanto de dónde vienen, lo importante es que podamos aprender a cómo disipar nuestros fantasmas, con el objetivo de dar el paso y seguir avanzando en la dirección de nuestros anhelos y un mayor bienestar.
Es común que los temores nos frenen y nos dejen estancados, o al menos más lentos, frente a las oportunidades, desafíos y deseos que podamos tener en nuestro interior. Aprender a enfrentarlos de una manera asertiva nos será de gran ayuda para que podamos seguir progresando en nuestras metas e ir conquistando lo que nos resulta realmente importante, junto con el hecho de que cada vez que espantamos nuestros fantasmas, vamos ganando más confianza para enfrentar los siguientes desafíos.