Juan 15:9-27 Así como el Padre me ama a mí, también yo los amo a ustedes. Nunca dejen de amarme. Si obedecen todo lo que yo les he mandado, los amaré siempre, así como mi Padre me ama, porque yo lo obedezco en todo. »Les digo todo esto para que sean tan felices como yo.

Génesis 1:26-27 nos dice que todas las personas son creadas a imagen de Dios. Hay tres verdades que podemos aprender de esta realidad. Todo ser humano tiene un propósito específico y noble

SAN JUAN 6:35-59 - Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

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2 Pedro 3:9Este versículo nos recuerda que, sin importar lo que hagamos o cómo actuemos, Dios siempre está dispuesto a ofrecernos una segunda oportunidad. Nos anima a tener una fe firme, incluso en las situaciones más difíciles, sabiendo que Dios siempre nos proveerá y nos guiará en nuestro camino.

Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.(Isaías 41:10)

Jesús envió desde el cielo el Espíritu Santo – Pentecostés ...Sí, Jesús prometió y envió el Espíritu Santo. En el Nuevo Testamento, especialmente en el Evangelio de Juan, se describe cómo Jesús, antes de ascender al cielo, prometió a sus discípulos el envío del Espíritu Santo, a quien también llama el Consolador, el Espíritu de Verdad o el Paráclito. El Espíritu Santo fue enviado el día de Pentecostés, descendiendo sobre los apóstoles en forma de lenguas de fuego, según el relato de Hechos de los Apóstoles.

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5). Mediante Él se extiende la misericordia a cada uno de nosotros sin ofender la eterna ley de la justicia.

Para pedir perdón a Dios, es fundamental arrepentirse sinceramente, reconocer los errores, y buscar la reconciliación a través de la oración y la confesión. Se debe tener un deseo genuino de cambiar y evitar repetir los errores.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:13).1 Pedro 2:24: "quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.