Hace cinco años nació este podcast: Un Nuevo Habitante del Mundo.

Impulsado por amigos, inspirado por personas que comparten luz en redes, y fiel a mi propósito de ayudar a otros a aclarar su panorama y despertar su mejor versión.

Hoy, después de 41 episodios compartidos con el corazón, te doy las gracias por estar aquí.

Y también te comparto una nueva etapa: la creación de Mi Breve Espacio, un podcast más constante, íntimo y sencillo, donde encontrarás reflexiones breves, cuentos sanadores, audios para comenzar o cerrar el día y palabras que —como tantas veces sucede— llegan justo en el momento oportuno.

Este episodio es un puente entre lo que ha sido… y lo que viene.

Gracias por formar parte.

Te invito a escucharlo, compartirlo y acompañarme en este nuevo camino.

Y por si te perdiste el primer episodio de este podcast que tanto me ha dado,

aquí te lo dejo.

Se llama “Síguete moviendo”, y fue la semilla de todo esto.

🔗 https://open.spotify.com/album/17In329ya39s3HnuU2DSU7?nd=1

Gracias por tu escucha, tu compañía y tu corazón.

Te espero ahora… en Mi Breve Espacio.

En este episodio te comparto un manifiesto que nace desde lo más profundo de mi propósito: despertar, habitar y transformar.

Un nuevo habitante del mundo no es quien recién llega, sino quien decide llegar de verdad.

Habitar su cuerpo, sus emociones, sus decisiones, su historia.

Ampliar su mirada. Crear hábitos de éxito. Buscar su verdad.

Vivir desde su propósito.

Y así, paso a paso, convertirse en su mejor versión.

Este manifiesto es una invitación a ti, que estás en búsqueda.

A ti, que ya no quieres vivir en automático.

A ti, que sabes que hay más dentro de ti esperando ser vivido.

Escúchalo como quien recibe un llamado.

Y si resuena contigo, es que ya formas parte del movimiento.

Nos encantan las series…

Especialmente esas que están basadas en hechos reales, porque nos identificamos con sus personajes, sus heridas, sus caídas… y también sus momentos de luz.

Pero, ¿cuándo fue la última vez que miraste tu propia historia con esos mismos ojos?

En este episodio te invito a hacer una pausa.

A dejar de huir, de resistir, de seguir postergando lo que tu alma ya sabe:

hay capítulos que necesitan ser vistos, sentidos… y sanados.

Hablaremos de lo que significa mirar la vida como una bioserie emocional.

Una historia donde tú eres la protagonista.

Donde cada herida tiene nombre, pero también un camino para transformarse.

Te presentaré los 7 capítulos esenciales que todos estamos llamados a recorrer si queremos vivir en paz con lo que fuimos, lo que somos y lo que aún podemos ser.

No necesitas otra serie para emocionarte…

Solo necesitas ver tu vida con nuevos ojos.

🎧 Dale play.

💬 Y si algo en ti se mueve, no lo ignores.

Puede que estés frente al primer paso de tu verdadero renacer.

¿Alguna vez te has sentido atrapado en un momento de dolor, como si la vida se hubiera detenido y no encontraras la salida? Este episodio es un recordatorio para esos días oscuros, donde la esperanza parece lejana y las fuerzas escasean.

Inspirados en las poderosas palabras de Max Lucado, hoy te invito a hacer una pausa, respirar profundo y recordar que, aunque hoy duela, saldrás de esta.

No será de un día para otro.

No será sin lágrimas.

Pero, con la ayuda de Dios, cada herida se convertirá en sabiduría, cada paso en resiliencia, y cada noche oscura dará paso a un nuevo amanecer.

Permítete sentir, pero no te quedes ahí. Hay un propósito mayor incluso en medio de este dolor. Y aunque no lo veas aún, Dios ya está actuando en silencio a tu favor.

Haz de este episodio tu refugio, tu respiro… y sobre todo, tu recordatorio de que lo mejor aún está por venir.

🎧 Escúchalo, compártelo con quien lo necesite, y no olvides repetirlo cada vez que lo creas necesario: Con la ayuda de Dios… saldré de esta.

Hoy no vengo a hablarte de grandes teorías, vengo a recordarte algo simple y profundo: la vida pasa rápido, y a veces, lo más importante se nos escapa en lo cotidiano.

Este episodio es una carta abierta a mamá, una invitación a no dejar para después ese abrazo, esa llamada, ese “te quiero” que quizá hace tiempo no pronuncias.

Si todavía la tienes, celébrala. Si ya no está, honra su memoria viviendo con gratitud lo que te dejó.

Escúchalo y haz lo que tengas que hacer… mientras aún es tiempo.

Iniciando una nueva temporada comparto en este episodio una reflexión profunda que nació en una caminata junto a mi perrita Robbi. Algo tan simple como un letrero en el espejo de una carroza me hizo pensar en el tiempo, en cómo a menudo creemos que tenemos todo el tiempo del mundo, cuando en realidad, la vida es finita y lo que más importa es lo que decidimos hacer con ese tiempo.

A través de este relato, me acompaña un proceso de reflexión sobre lo que he postergado, la importancia de la salud, la conexión con las personas que realmente importan y, sobre todo, el reto de no dejar para mañana los sueños que tenemos. Hoy decidí hacer algo que tenía pendiente: retomar este podcast, y te invito a que juntos exploremos cómo podemos vivir con más propósito, pasión y acción en el presente.

Este episodio es un punto de quiebre, una invitación a reflexionar sobre qué estás dejando para después y cómo empezar a tomar acción hoy. No te lo pierdas.

La paz de la Navidad no surge por arte de magia, sino de una elección consciente de armonizar con uno mismo y con los demás. Empieza perdonándote por tus errores y dejando atrás lo que pesa, creando así un espacio para la calma interior. Transforma tu hogar en un refugio de serenidad con detalles sencillos como velas o música suave. Practica la escucha atenta, regalando a los demás tu presencia sin juicios. Suelta expectativas irreales y enfócate en lo esencial: el amor compartido. Por último, haz un momento de gratitud en silencio, conectando corazones en unidad. La paz no se encuentra, se crea. Que esta Navidad sea una elección de paz que ilumine tu vida y la de quienes amas.

Sé generoso, pero sin olvidar tu propio bienestar: La generosidad es un hermoso acto de amor, pero recuerda que la mayor generosidad es también darte a ti mismo el tiempo y el espacio para cuidar de ti. Al compartir con los demás, ya sea un regalo, un gesto amable o un acto de servicio, asegúrate de que también estás cultivando tu propia paz interior. En la medida que te nutras a ti mismo, serás capaz de ofrecer más amor y apoyo a los demás.

No dejes que las prisas o las expectativas sociales empañen la belleza del momento. La Navidad no es sobre cumplir con una lista interminable de cosas por hacer o sobre dar regalos costosos, sino sobre compartir y estar presente. Respira profundo, suelta lo que no es esencial, y enfócate en lo que realmente importa: el amor, la conexión y la alegría compartida.

La Navidad nos invita a celebrar lo divino en lo cotidiano. Ya sea que creas en un poder superior, en el espíritu de la humanidad, o en la bondad de la vida misma, permite que esa presencia te acompañe en cada acción, en cada palabra. Haz espacio para la espiritualidad, ya sea con una oración silenciosa, meditación, o simplemente en la conexión profunda con la naturaleza y tus seres queridos.