Hace unos días conversaba con dos amigos, César y José Manuel y entre la plática, José Manuel mencionó lo siguiente: "Si tengo una cosa clara en la vida es que las oportunidades no vuelven", lo cual creo que es algo que muchos necesitan saber si no es que ya se han dado cuenta de ello. Aquí estoy cumpliendo la promesa que les hice de hacer este episodio para compartir algunas ideas sobre este tema: Las oportunidades no vuelven.

A cincuenta días de haber iniciado la cuarentena para muchas personas no ha sido fácil alejarse de la experiencia de recibir los sacramentos, muchos fieles católicos están viviendo un gran ayuno eucarístico. Sin embargo esto también ha despertado un gran deseo de Dios, deseo de recibirlo sacramentalmente y un gran anhelo de volvernos a reunir en torno al altar para celebrar de nuevo juntos la Eucaristía.

Perdonarse a sí mismo es probablemente uno de los mayores desafíos que podemos encontrar en la vida. En esencia, perdonarnos a nosotros mismos, es el proceso de aprender a amarnos y aceptarnos a nosotros mismos. Hacer una adecuada gestión de la culpa nos dará la posibilidad de perdonarnos a nosotros mismos asumiendo la responsabilidad de nuestras acciones y/o restaurando el daño que hemos hecho.

Las personas no son en sí mismas malas. Dios a todos nos ha creado buenos. Todo mundo hace según lo que sabe. Todo mundo hace según lo que puede.Todo mundo hace según lo que tiene. En algún momento de nuestra vida, cuando se eleva nuestro nivel de conciencia, comprendemos el impacto de nuestras acciones y el daño que hemos hecho, pero mientras no se eleve ese nivel de conciencia , las personas seguirán sin saber el daño que han hecho.

Cuando juzgamos que la acción de una persona es injusta aparece la emoción de la rabia. La rabia suele tener mala pinta, sin embargo desde su luz cuida desde la defensa y el ataque, ante todo protege la dignidad, nos lleva hacia adelante para establecer límites y decir basta a eso que nos afecta. Te comparto maneras de gestionar la rabia.

En el camino del perdón el primer paso consisten en permitir que cesen los gestos ofensivos y los deseos de venganza, esto se logra a través de una nueva mirada, tomando la decision de sanar y no la de seguir dañando, reconociendo la humanidad compartida con el ofensor y empezar a ver al otro desde su luz.

Estar aislado en casa, lejano de las cosas que ordinariamente hacemos y nos distraen puede hacer que experimentemos aburrimiento, desesperación y cansancio. ¿Cómo podríamos mantener la creatividad en estas circunstancias que vivimos?

La emoción del miedo suele tener mala pinta pero como todas las emociones tiene sus luces y sus sombras. La luz del miedo es que nos cuida y nos ayuda adaptarnos ante la situaciones adversas de nuestra vida y que juzgamos que pueden poner en riesgo nuestra vida y salud.

Sencillas reflexiones de un nuevo habitante del mundo

Se nos ha hablado mucho de la felicidad, pero, ¿en qué consiste realmente? Aquí te muestro mi visión acerca de la felicidad.