El año pasado, el envío de remesas desde Estados Unidos registró un aumento histórico. México fue el país que recibió la mayor parte de estos fondos, que ascendieron a más de 51,000 millones de dólares y fueron enviados desde estados como California, Texas, Minnesota, Arizona y Florida, principalmente. Y este año la tendencia va en aumento.
¿Para qué se usan estas remesas? ¿Es positivo este aumento de envíos para economías como la mexicana? ¿Y qué se puede esperar a futuro, si continúa la crisis en Estados Unidos? Fausto Pretelin, analista internacional, investigador y editor en El Economista nos va a ayudar a responder estas y otras interrogantes.