Un grupo variado de personas, empezando por los líderes espirituales, pasando por orfebres, comerciantes, de todas las familias que volvieron de la cautividad trabajaron en la reedificación del muro. Algunos tuvieron que empezar por casa. No todos se involucraron. Algunos trabajaron el doble y otros no hicieron nada.
Dios estaba llevando la cuenta de todo.
Nombre por nombre.
¿Cuál es tu Segunda Milla?