No se trata de vivir consiguiendo, pero tampoco de vivir renunciando.
Tanto si vives corriendo y acumulando sin sentido, como si te has desconectado de tu vida y los recursos que Dios te ha dado, La Palabra de Dios tiene un poderoso mensaje que darte.
Un día le daremos cuentas a Dios acerca de cómo utilizamos los recursos que él nos ha dado, así que es nuestra responsabilidad usarlos con sabiduría.