Pretende siempre vivir una realidad llena de ilusiones donde no surja ninguna emoción densa, eso lo lleva a rechazar el aquí y el ahora y por ende a sí mismo.

Te planteas una meta y creas una estructura para alcanzarla. Ahí encuentras más estrés que bienestar. ¿Cómo llegamos a ese punto tan desgastante? ¿Cómo poder romper esto?

Pensamos que el éxito está en siempre convertirnos en algo más, cuando el éxito es fundirnos con el aquí y el ahora que es donde está la vida. Esta es una de las ilusiones que más te hacen sufrir.

El ser humano siempre está buscando evadir sus emociones con base a la comida. Siempre busca encontrar un satisfactor externo para no sentir algo denso. ¿Cuántas calorías ganas al comer para no “sentirte mal”?

El ego es el que busca estructurar todo. Busca crear imágenes y expectativas de todo. Ahí es donde te pierdes de contactar con la información del aquí y el ahora. Ahí te pierdes del amor.

Cuando le pides a Dios que cambie tu experiencia de vida, estás siendo irresponsable de lo que sientes. ¡Ahí hay dependencia! La dependencia es miedo, nunca amor.

Pensamos que las personas son responsables de nuestras emociones, que alguien más es responsable de lo que nos pasa.

La depresión viene cuando rechazas el sentir. Eres lo que sientes y es algo que rechazas todo el tiempo. ¿Cómo dejar de caer en depresión?

Cuando nos sentimos llenos de emociones, la apreciación hacia nosotros mismos es muy baja. ¿Qué hacer para que esto mejore?

Si tienes que esforzarte en tu vida, es porque no estás conectado con lo que amas. El esfuerzo es resistencia y ahí, no hay amor.