¡Servimos a un Dios vivo!

Pablo utiliza tres adjetivos importantes para los llamados de Dios: soldado, atleta y agricultor.

Todos necesitamos ser fortalecidos para poder realizar las tareas de la vida.

Seguir el modelo de la sana enseñanza es la base principal para asegurar la calidad del evangelio.

Quienes escuchan el llamado de Dios, a veces piensan, que han sido escogidos para vivir exentos de luchas.

"... tengo muchas ganas de verte, para desbordar de alegría".

¡Qué regalo de Dios es recibir un saludo, como el que hace Pablo a Timoteo!

Para nosotros está claro que la codicia del dinero está en contra del plan de Dios.

Cuando habla de la vida eterna, el apóstol habla de la corona, el premio de la victoria.

El texto que estamos meditando ahora no habla mal del dinero.