En el episodio de hoy te contamos por qué no puedes gustarle a todo el mundo y usamos de hilo conductor la película del gran hotel Budapest. Seguramente la película más famosa de Wes Anderson. Por lo que hablaremos de esta película y su peculiar fotografía.
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Wes Anderson, odiado y amado a partes iguales
Hemos seleccionado esta película, más allá de su bella fotografía, porque Wes Anderson gusta y aburre a partes iguales. Puedes que estés en su bando o no. Pero lo que está claro es que no deja indiferente a nadie. Y eso es un gran acierto.
Lo primero porque todos sus trabajos son reconocibles casi que con un solo fotograma. Ya sean sus tonos pastel, sus composiciones simétricas, diseño de decorados, etc. Y segundo e igual de importante, tiene una legión de fans incondicionales.
También de detractores, seguramente. Pero el tener un estilo tan propio y característico le hace que cualquier película que ruede va a tener público suficiente para financiar sus siguientes trabajos.
No puedes gustarle a todo el mundo
¿Si pudieras elegir qué tipo de directora serias? ¿Aquella que hace trabajos de encargo y nadie sabe quién es ni sabe si esa va a ser su última película? ¿O la que es tan diferente que siempre va a destacar?
Pues lo mismo si eres filmmaker o fotógrafo. Si intentas gustar a todo el mundo no vas a destacar y te van a contratar solo porque sabes hacer tu trabajo. Y eso que puede parecer que no es malo si lo es... Si no destacas, lo único que va a favorecer que te contraten es por tus precios bajos.
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