Lo que un día bastó hoy ya no lo hace más ¿está mal esto? ¿Perdí el tiempo en una relación larga que hoy no se si pueda continuar? ¿Qué hacer cuando me empiezan a abordar todas estas preguntas?

En la vida solemos escuchar mucho la palabra “empatía”… ponernos en los zapatos de los demás para no juzgar, para entender, para ayudar … y es una herramienta clave en nuestra relación con los demás. Pero ¿somos empáticos con nosotros mismos? Nos damos espacio para atravesar las cosas difíciles así como a los demás? ¿Nos damos permiso de descansar, de enloquecer un poquito, de salirnos de una lista?

Mucho hemos escuchado sobre lo malas que son las etiquetas, cómo debemos eliminarlas de nuestra vida y cómo nos limitan ... Pero ¿nos servirán para algo positivo? ¿Debemos eliminarlas 100% o las podemos utilizar a nuestro favor? En el capítulo de hoy hablamos con Alejo Valencia, alguien que por su historia de vida, su personalidad y su presente se ha enfrentado a todas estas preguntas y llegamos a unas grandes respuestas.

Si hay una frase que nos da esperanza en la vida es esta: NO SOMOS UN PRODUCTO TERMINADO. Constantemente estamos cambiando, creciendo, avanzando pero también retrocediendo y eso es lo que nos hace humanos y lo que nos permite reinventarnos una y otra vez.

Hoy hablamos con Adriana Prieto, coach vocacional, espiritual, ingeniera, mamá, autora… mejor dicho para entender un poquito más sobre ese cambio de rumbo con el cual muchos nos vemos enfrentados o nos veremos enfrentados en un tiempo … ¿Qué dice de nosotros el cambio de rumbo? ¿Cómo se si necesito ese cambio? ¿Qué es necesario a la hora de cambiar de rumbo?

El mundo de las relaciones es algo muy complejo de por sí y más si le agregamos factores como la distancia. Pero de poder se puede, claro está bajo ciertos parámetros como todo. Entonces, ¿cómo sobrellevar una relación a distancia?

Muchas veces en la vida terminamos haciendo malabares para intentar que todo esté bien. Pero, ¿por qué? ¿Es realmente lograble esto? ¿Qué sacrificamos para lograrlo?

Hoy de entrada te digo que NO tienes que estar bien todo el tiempo y con todo el mundo. Está más que bien tomar posturas y saber que no todo está perfecto siempre.