Emilia Ferreiro (1937): Psicóloga argentina que revolucionó la comprensión de la alfabetización infantil con su teoría psicogenética. Discípula de Piaget, descubrió cómo los niños construyen hipótesis sobre la escritura en niveles evolutivos. Su trabajo transformó la enseñanza de la lectoescritura en América Latina, principalmente en México, promoviendo un enfoque constructivista y contextualizado.

Maria Montessori (1870-1952): Médica y educadora italiana que revolucionó la educación infantil con su método basado en observación científica. Desarrolló conceptos como "mente absorbente", "periodos sensibles" y materiales autocorrectivos. Su legado incluye miles de escuelas mundiales y principios confirmados por la neurociencia actual, manteniendo vigencia en la educación preescolar.

Rosaura Zapata, Educación preescolar mexicana, Centros de interés, Metodología activa, Identidad cultural, Juego educativo, Formación de educadoras, Contextualización pedagógica, Programa Nacional (1928), Vinculación escuela-comunidad

Jean Piaget: Psicólogo suizo que revolucionó la comprensión del desarrollo infantil con su teoría constructivista y las etapas cognitivas. Sus conceptos de asimilación, acomodación y equilibración siguen siendo fundamentales para la educación preescolar, aunque aspectos como la rigidez de las etapas han sido replanteados. Su legado en México persiste en programas educativos y formación docente.

Vygotsky propuso que el desarrollo infantil es social y cultural. Destacó la zona de desarrollo próximo, el lenguaje como mediador del pensamiento y el juego como clave del aprendizaje. Su enfoque integra emoción, cognición y contexto.

Paulo Freire, educador y filósofo brasileño considerado uno de los teóricos más influyentes de la educación del siglo XX. Su propuesta pedagógica revolucionaria, basada en la concientización y el diálogo como herramientas para la transformación social, ha inspirado reformas educativas en todo el mundo. Desde su experiencia con la alfabetización de adultos en contextos marginados, Freire desarrolló una perspectiva que cuestiona las estructuras de poder en la educación y promueve el aprendizaje como acto político y liberador, especialmente relevante para quienes se dedican a la formación educativa en todos los niveles.