Los anuncios de instalación del proyecto de minería a cielo abierto, generaron un masivo rechazo en las poblaciones de Conga, en Cajamarca, Perú. El 3 de julio de 2012, la policía al servicio de los intereses mineros y funcionarios cómplices, asesinó a seis campesinos que luchaban contra el proyecto megaminero en defensa de su agua.