
Sign up to save your podcasts
Or
No es casualidad que muchas personas encuentren alivio en su práctica.
La conexión entre cuerpo y mente que promueve el Yoga no es solo una frase bonita, sino una realidad con respaldo científico cada vez mayor.
Desde la perspectiva del Yoga, la depresión no es solo un diagnóstico médico. Es un desequilibrio que se manifiesta en múltiples niveles: físico, energético, emocional y mental.
Los textos tradicionales de Yoga hablan de diferentes energías o Gunas:
La depresión puede manifestarse de diferentes formas según predomine una energía u otra:
Lo interesante es que el Yoga ofrece herramientas específicas para cada manifestación, adaptando las posturas y prácticas según predomine una energía u otra.
Una de las grandes enseñanzas de maestros como B.K.S. Iyengar es que la postura física afecta directamente nuestros estados mentales.
Como compartía Patricia Walden sobre su propia experiencia con la depresión: “Si mantienes las axilas abiertas, nunca te deprimirás“.
¿Suena simple? Quizás. Pero esta observación contiene una profunda verdad: cuando abrimos el espacio del pecho, cuando expandimos la zona del corazón:
No es solo teoría. Estudios científicos han demostrado que el Yoga:
Además, el enfoque con el que nos acerquemos a estas prácticas lo cambia todo.
En la filosofía del Yoga hay un concepto precioso llamado Ahimsa —la no violencia— que cuando lo aplicamos a nosotros mismos se convierte en algo muy hermoso: tratarnos con la misma compasión que tendríamos hacia un buen amigo que está pasando un mal momento.
Cuando atravesamos momentos difíciles, ya tenemos suficiente ruido interno. No necesitamos que nuestra práctica de Yoga se convierta en otra cosa que “tenemos que hacer perfectamente”.
Por eso, la primera postura que practicamos no es física, es interior: acercarnos a nuestra esterilla con curiosidad y suavidad. Celebrando el simple gesto de haber decidido cuidarnos, aunque ese día solo nos tumbemos a respirar. Esa actitud de autocompasión es realmente el cimiento sobre el que construimos todo lo demás.
El enfoque que propongo no busca reemplazar tratamientos médicos convencionales, sino complementarlos. Como dice el Dr. Timothy McCall, los medicamentos pueden ser una herramienta necesaria para algunas personas, un puente que permite comenzar a implementar cambios positivos.
Lo que el Yoga ofrece es un camino activo de autoconocimiento y transformación.
Cuando trabajamos con Yoga y depresión, podemos abordar diferentes niveles:
La clave está en encontrar prácticas accesibles de 20-30 minutos diarios, porque cuando estamos atravesando momentos difíciles, necesitamos algo realista que podamos sostener.
La depresión no define quién eres. Es una experiencia, no una identidad.
Si estás atravesando un momento difícil, quiero que sepas que no estás solo. Y que existen herramientas ancestrales, adaptadas al conocimiento moderno, que pueden acompañarte en tu camino.
Por todo esto he creado un curso “Yoga para la Depresión”. Un programa de 10 días donde trabajamos específicamente con las posturas y técnicas que desbloquean las zonas donde se acumulan emociones negativas, movilizamos la energía estancada que alimenta estados depresivos, y reseteamos el sistema nervioso para crear nuevas vías de bienestar.
Son 10 encuentros en directo del 9 al 20 de junio, de lunes a viernes a las 17h, con 30 minutos diarios de práctica. Y si no puedes asistir a alguna sesión en directo, tendrás acceso a las grabaciones.
Todo esto con prácticas accesibles y realistas que puedas sostener, porque cuando estás atravesando momentos difíciles, necesitas algo que realmente puedas hacer.
El cambio verdadero no viene de luchar constantemente contra tus pensamientos, sino de trabajar con tu cuerpo para desbloquear esa energía estancada. Porque la transformación emocional empieza desde el cuerpo.
¡Nos vemos en la Sala de Práctica!
Entradas relacionadas:
La entrada Yoga para la depresión: un camino hacia el bienestar aparece primero en CallateyhazYoga.
1
11 ratings
No es casualidad que muchas personas encuentren alivio en su práctica.
La conexión entre cuerpo y mente que promueve el Yoga no es solo una frase bonita, sino una realidad con respaldo científico cada vez mayor.
Desde la perspectiva del Yoga, la depresión no es solo un diagnóstico médico. Es un desequilibrio que se manifiesta en múltiples niveles: físico, energético, emocional y mental.
Los textos tradicionales de Yoga hablan de diferentes energías o Gunas:
La depresión puede manifestarse de diferentes formas según predomine una energía u otra:
Lo interesante es que el Yoga ofrece herramientas específicas para cada manifestación, adaptando las posturas y prácticas según predomine una energía u otra.
Una de las grandes enseñanzas de maestros como B.K.S. Iyengar es que la postura física afecta directamente nuestros estados mentales.
Como compartía Patricia Walden sobre su propia experiencia con la depresión: “Si mantienes las axilas abiertas, nunca te deprimirás“.
¿Suena simple? Quizás. Pero esta observación contiene una profunda verdad: cuando abrimos el espacio del pecho, cuando expandimos la zona del corazón:
No es solo teoría. Estudios científicos han demostrado que el Yoga:
Además, el enfoque con el que nos acerquemos a estas prácticas lo cambia todo.
En la filosofía del Yoga hay un concepto precioso llamado Ahimsa —la no violencia— que cuando lo aplicamos a nosotros mismos se convierte en algo muy hermoso: tratarnos con la misma compasión que tendríamos hacia un buen amigo que está pasando un mal momento.
Cuando atravesamos momentos difíciles, ya tenemos suficiente ruido interno. No necesitamos que nuestra práctica de Yoga se convierta en otra cosa que “tenemos que hacer perfectamente”.
Por eso, la primera postura que practicamos no es física, es interior: acercarnos a nuestra esterilla con curiosidad y suavidad. Celebrando el simple gesto de haber decidido cuidarnos, aunque ese día solo nos tumbemos a respirar. Esa actitud de autocompasión es realmente el cimiento sobre el que construimos todo lo demás.
El enfoque que propongo no busca reemplazar tratamientos médicos convencionales, sino complementarlos. Como dice el Dr. Timothy McCall, los medicamentos pueden ser una herramienta necesaria para algunas personas, un puente que permite comenzar a implementar cambios positivos.
Lo que el Yoga ofrece es un camino activo de autoconocimiento y transformación.
Cuando trabajamos con Yoga y depresión, podemos abordar diferentes niveles:
La clave está en encontrar prácticas accesibles de 20-30 minutos diarios, porque cuando estamos atravesando momentos difíciles, necesitamos algo realista que podamos sostener.
La depresión no define quién eres. Es una experiencia, no una identidad.
Si estás atravesando un momento difícil, quiero que sepas que no estás solo. Y que existen herramientas ancestrales, adaptadas al conocimiento moderno, que pueden acompañarte en tu camino.
Por todo esto he creado un curso “Yoga para la Depresión”. Un programa de 10 días donde trabajamos específicamente con las posturas y técnicas que desbloquean las zonas donde se acumulan emociones negativas, movilizamos la energía estancada que alimenta estados depresivos, y reseteamos el sistema nervioso para crear nuevas vías de bienestar.
Son 10 encuentros en directo del 9 al 20 de junio, de lunes a viernes a las 17h, con 30 minutos diarios de práctica. Y si no puedes asistir a alguna sesión en directo, tendrás acceso a las grabaciones.
Todo esto con prácticas accesibles y realistas que puedas sostener, porque cuando estás atravesando momentos difíciles, necesitas algo que realmente puedas hacer.
El cambio verdadero no viene de luchar constantemente contra tus pensamientos, sino de trabajar con tu cuerpo para desbloquear esa energía estancada. Porque la transformación emocional empieza desde el cuerpo.
¡Nos vemos en la Sala de Práctica!
Entradas relacionadas:
La entrada Yoga para la depresión: un camino hacia el bienestar aparece primero en CallateyhazYoga.
4,406 Listeners
139 Listeners
271 Listeners