Ideas principales del vídeo
¿Cuál es mi práctica de mínimos?¿Qué significa vivir una vida con propósito?¿Dónde encuentras la divinidad en tu vida diaria?¿Qué herramientas utilizas para cultivar la consciencia?Vídeos en abierto mencionados:
Dinamizando las caderasAjuste de pelvis, caderas y lumbar en las torsionesYoga para cuando no quieres hacer Yoga (clase completa)⇣ ¡Te veo en la Sala de Práctica! ⇣
Aquí tienes la trasncripción del vídeopodcast por si prefieres leerlo.
Hola, Sadhakas, ¿qué tal? Un nuevo videopodcast de estos en los que reflexionamos juntos. No es un podcast técnico, de práctica, de teoría. Es un encuentro de reflexión, así que de varios temas.
Si te apetece estar un ratito aquí conmigo, será genial, será fantástico. Y oye, si solo quieres textos que son de práctica, de teoría o de técnica, pues nada, en este vamos a charlar un poco de todo. Hoy me ha costado practicar.
Yo creo que todos tenemos días de textos donde no nos apetece practicar. El no me apetece resume como muchas cosas, porque pueden ser por mil historias. De hecho, tengo una clase y la tenéis en YouTube en abierto, que se llama Yoga para cuando no quieres hacer Yoga, la tienes enlazada más arriba.
Me gusta mucho esa clase porque es una clase de cosas básicas, pero lo chulo que pasa con el Yoga, aunque ojo, lo que voy a decir, aunque ya lo sabes, cuando no te apetece practicar, da igual lo que voy a decir, pero bueno, lo voy a decir igual. Lo chulo que pasa con el yoga es que empiezas a practicar y una postura te lleva a la otra, te va dando saborcillo de Yoga y como que te van dando más y más ganas porque te va dando energía. Pero cuando no te apetece practicar, ostras, como que no estás tampoco ahí, ¿no? Sí, sí, sí, ya lo sé, hay como una norma.
Cuanto peor llego a una clase, mejor salgo. Es casi, casi una máxima. Pero tú cuando no te apetece, no te apetece.
Una práctica mínima de Yoga
Estás en casa y no te apetece ni ponerte ese vídeo de yoga para cuando no quieres hacer yoga. Bueno, a lo que voy. Y hoy no era ese día ni de verme a esa clase, conmigo mismo.
Pero lo bueno es que si lo piensas, a veces hay que pensarlo un rato, ¿vale? Unos segundos, pero si lo piensas, seguro que hay una o dos cosas que sí que te apetece hacer. Y luego está tu mente inquisidora que dice pero quizá eso no tiene tanto sentido fuera de una secuencia. Ya sabéis que yo defiendo el orden de las posturas y de las secuencias porque son como las palabras, pero es verdad que a veces dices oye, puedo hacer estas dos cosas o estas tres cosas o una cosa.
Entonces, pues eso he hecho. Y es como tener dos, tres o cuatro posturas que sabes que vas a estar diez minutos, entre nosotros, luego estás mucho más.
Pero tú piensas, mira, diez minutos. Entonces tener como una práctica de mínimos, ¿no? O sea, yo creo que todos podemos tener una práctica de mínimos. Cuando normalmente, cuando me pregunta a alguien qué hago cuando no me apetece practicar, digo unas cuantas cosas genéricas, ¿vale? Esto lo he hablado muchas veces en el podcast y no lo voy a repetir, ¿vale? Pero podemos tener una práctica así de algunas cosas básicas.
Pero incluso antes de eso, podríamos tener una práctica de mínimos que sea incluso entenderme, casi sin sentido, si al final va a tener sentido, pero entenderme, o sea, para que esa mente que tiene ese día de no quiero practicar y no quiero practicar, darle mucha libertad, mucha, mucha libertad. Ni secuencias, ni estructuras, ni nada. Solo un par de posturas que te apetezcan, ¿no? Esto es como lo de comerte el postre, ¿no? Estoy lleno, ya no puedo más.
Y traen la tarta de chocolate con zanahoria, o la de zanahoria, o la de queso, o la de la que sea. Y dices, hombre, en este caso, que en este caso sí que tengo hambre, ¿no? Yo creo que esta sensación la hemos tenido todos. Es decir, que nos apetece, que nos apetece y ya está.
Entonces, ey, ¿y si tuviéramos una práctica de mínimos que casi, casi pudiéramos decir que no tiene sentido, que luego lo va a tener, como digo? ¿Y cuál es esa práctica de mínimos? O sea, yo creo que lo que hay que averiguar es cuál es esa práctica de mínimos para cada uno de nosotros. Quizá estéis pensando, bueno, a lo mejor hoy esa práctica de mínimos no es la misma que ayer, o que antes de ayer, o que la semana pasada. Claro, también puede ser.
Entonces, yo hoy he dicho, mira, voy a hacer tres cosas. Quiero hacer algo, voy a hacer tres cosas. Os cuento lo que he hecho en este día de, de hoy no quiero practicar.
Sabía que podía hacer un katasana contra la pared con un ladrillo de agua. Y yo entre las rodillas. Una postura que me gusta mucho, muy terapéutica para las rodillas.
También esto, tenéis un, tenéis vídeos, tenéis vídeos de esta postura. Yo creo que en YouTube está ese vídeo. Yo diría que sí que está, de terapé para las rodillas.
En el curso está, ya lo sabéis, en callateyoga.com, pero vamos, que en YouTube está, está libre. Entonces, sabía que un Utkatasana contra la pared con un ladrillo entre las rodillas, la quería hacer, súper terapéutica. Equilibra los cuatro lados del cuádriceps, los cuatro, las cuatro lenguas, digamos, del cuádriceps y es súper terapéutica para las rodillas.
Entonces, sabía que esa quería hacerla. No es que, no es que me apetezca, es que quería hacerla. Entonces me he ido a la pared, he cogido un ladrillo, un antideslizante y he hecho un par de minutos, o sea, un minuto dos veces de Utkatasana de esta manera.
He descansado un momento entre, entre, entre las dos, cinco o diez segundos. Luego, esta preparativa a Eka Pada Rajakapotasana, también hay un vídeo enlazado más arriba.
Bueno, lo podéis ver. Y he hecho eso un minuto. Mi mente ha dicho, hombre, haz dos, dos veces por lado.
Pero mi otra mente ha dicho, no, no, que hoy era mínimos, o sea, mínimos, mínimos. Entonces, Utkatasana, Eka Pada Rajakapotasana, versión, esa versión con la nalga en el aire. Parsvottanasana, con el talón en una pared.
Esa sí que la he hecho dos veces. Vale, separamos las piernas como un metro, un pie girado 60 grados hacia adentro, la otra 90 grados hacia afuera. La pelvis, que gira como un volante, con el talón en la pared, o sea, más fácil imposible.
No elevado en la pared, que también se hace, sino que lo he puesto en el suelo, vamos, tocando solo el zócalo. Y he hecho un par de veces de Parsvottanasana. Y luego he hecho una torsión, Baradwajasana en una silla, también con una, con una, con un ladrillo entre las piernas.
Este está genial. Bueno, probadlo, probadlo con el ladrillo entre las piernas, porque está, está genial. Es un Baradwajasana súper chulo.
Y luego, ¿por qué he hecho ese Baradwajasana? Porque la que sí que quería hacer era Parivrtta Trikonasana. Entonces, ya que estaba en la pared, en el Parsvottanasana, me he dado la vuelta y he hecho Parivrtta Trikonasana, pero el pie de delante lo he apoyado en la pared. Vale, he elevado el pie y he apoyado la base de los dedos por encima del zócalo.
Y entonces, como había hecho previo a la torsión, pues he hecho una torsión ahí que ha estado muy guay. Y para finalizar, ¿qué? Parasarita Padottanasana. Igual, he puesto el canto externo de un pie en la pared.
He hecho un minuto, un poquito más de un minuto de Parasarita Padottanasana y luego me he dado la vuelta y he puesto el otro pie, el otro canto del pie en la pared y he hecho otra vez Parasarita Padottanasana. Brazos de Garudasana. Brazos de Prsta Namaskar.
Tadasana, Urdhuvastasana dos veces para terminar. Claro, y alguien a lo mejor está diciendo ahora, joer, pero es que eso no era tan mínimo. Claro, pero yo no tenía ninguna intención.
O sea, yo, mi intención era Venga Utkatasana contra la pared, caderas y piernas. Ya está, diez minutos me voy. Y de verdad que creía que era solo eso, pero al final.
Bueno, pues como que el yoga va llamando al yoga, ¿no? El yoga va llamando al yoga y he hecho un ratito más. Resumo, Utkatasana contra la pared. Preparativa Eka Pada Rajakapotasana, nalga en el aire.
Parivrtta Trikonasana, Parasarita Padottanasana. Digamos que esas han sido las posturas. Y luego, bueno, los brazos de Garudasana, los brazos de Prsta Namaskar y ese Tadasana, Urdhuvastasana, que te quita cualquier depresión.
Hablaremos de yoga y depresión en breve. Ya veréis. Bueno, en breve.
Dame un poquito. Y esa magia, pues, pues va llegando. Y esa práctica de mínimos, si la tenemos, aunque sea con total anarquía de decir, oye, venga, hago un par de posturas.
Porque si haces un par de posturas, a ver, tampoco la vas a liar. A no ser que no tengas mucha experiencia y quieras hacer Sirsasana. Porque Sirsasana, como postura única, está genial.
Incluso como primera postura, está genial. Si hay práctica, si no hay práctica, no. Entonces, oye.
Bajo mi expertise, bajo mi… No, cada uno que se diga, oye, bajo lo que sé. ¿Qué puedo hacer hoy? Un par de cosas. No lo que me dice Pepito, ni Jorge, ni Juanita, no, no.
Un par de cosas que me apetezcan. ¿Cuál es el postre que me apetece? No, si es tarta de zanahoria, yo paso. Pero si es de chocolate con frambuesas, entonces no paso.
Entonces, ¿cuál es nuestro postre de yoga favorito? A lo mejor llamo a este video podcast así, no lo sé. ¿Cuál es mi postre de yoga favorito? Es un buen título. A veces pongo títulos para que lo veáis solo los que estáis tan locos como yo.
De, venga, mira, voy a ver esto. Es como los talleres, ¿no? Con el foco en lo emocional. Y luego me preguntan la gente, ¿pero qué vamos a hacer? No, no, tienes que venir si estás tan loco como para ir a un taller que se llama así.
Si no, no te puedo explicar lo que es. Entendedme. Así que, ¿cuál es nuestro postre de yoga? ¿Cuál es nuestra práctica de mínimos? Es saque dos posturas y por lo menos has hecho algo.
Y esas dos posturas van a abrir espacios físicos. Van a abrir espacios emocionales. Van a deshacer nudos psicológicos y van a dejarnos ese saborcillo del Yoga del que tanto hablamos y que tanto nos gusta.
¿Cuál es ese postre de Yoga? Venga, entonces cada uno tenemos que el día, el próximo día que no nos apetezca practicar, decir oye, venga, mira, cinco minutos o mira, ni minutos, dos posturas o una postura. ¿Cuál es? ¿Cuál me apetece? A esta, pero para hacer esa no hago ninguna. No, no, no, hazla, haz esa.
Solo esa. Y el reto es, ¿podré solo hacer esa? ¿Podré hacer esa solamente? Tenemos una cosa súper chula en el curso que llamamos Círculo de Sabiduría y bueno, realmente solo lo hemos hecho una vez. Cambiando de tema.
Y a mí me encanta ver charlas o ir a conferencias inspiradoras. ¿A quién no le gusta? Y entonces digo, como nos gusta a todos, ¿por qué no nos juntamos, la vemos juntos y luego reflexionamos juntos? Me parece una idea súper chula. Y entonces hemos empezado a hacer esto que lo hemos llamado Círculo de Sabiduría.
Yo digo que hemos hecho solo una sesión y y vamos a hacer otra en unos días. Y en la primera, la primera, claro, a ver, tiene que ser una charla de unos 10, 15 minutos, ¿vale? Porque si no es como para dejar espacio a luego tener un espacio de reflexión que cada uno pueda aportar sus ideas y sus comentarios. Si nos vemos una charla de una hora y luego estamos otra hora comentándola, pues eso, al final intento que dure como una hora todo en conjunto.
Una vida con propósito de Rick Warren
Y la primera charla que hemos visto, yo creo que he hablado, a ver, yo he hablado mucho de esta charla, ¿vale? Pero no sé si en estos en estos podcast de reflexión he hablado de ello. Entonces, si he hablado de ello, pues nada, hablo una vez más y si no, pues así lo mismo alguien la descubre. Y hemos hablado de de Rick Warren y de su charla TED llamada Una vida con propósito.
Para los que estáis viendo esto, os voy a enseñar la captura o el pantallazo. Es de este señor, Rick Warren. Bueno, ahora está un poco cambiado porque esta charla, la verdad es que es de hace un montón, es de 2006 y ha cambiado un poquito el hombre, claro, como todos, ¿no? Pero bueno, es este hombre.
Una vida con propósito está en inglés y tiene subtítulos en todos los idiomas, incluido el español. Así que se puede seguir muy bien. Y vimos esta charla de 20 minutos llamada Una vida con propósito.
Yo creo que ya he hablado de esto. Esta charla yo la veo todos los años. Tengo una una nota en Google Calendar que me salta todos los años.
Creo que es en junio y me la veo. Digo creo que es en junio porque siempre me la veo un par de veces. Una porque me apetece y otra porque me lo recuerda el calendar.
Este año me la he visto tres veces y es tan profunda y habla de tantas cosas que creo que nos dejó a todos. Fue súper chulo porque la vimos y luego cada uno dijo que le había una idea, ¿no? Claro, él habla, como os digo, de un montón de cosas, de un montón de ideas para vivir una vida con propósito. Ahora hablo un poco más de ello.
Entonces yo les pedí a cada uno que dijeran una reflexión, ¿no? ¿Con qué se habían quedado? Curiosamente, cada uno nos habíamos quedado con una cosa, que es lo más bonito. Y a partir de esa cosa de la que nos habíamos quedado cada uno de nosotros, pues fuimos hablando de esto. Y estuvo muy chulo y lo vamos a repetir.
Como digo, dentro de unos días, círculo de sabiduría, una charla, de hecho, en esta edición vamos a ver una charla que ha propuesto una alumna porque está abierto a que cada uno proponga lo que quiera. Así que creo que va a estar súper, súper bien. Y bueno, la charla de Rick Warren es muy amplia.
Él comienza hablando de su libro Una vida con propósito y que tuvo tanto éxito que él como que se quedó un poco como ¿qué voy a hacer con este éxito? Entonces empieza a reflexionar, por ejemplo, sobre que la vida no es por accidente, que nuestra existencia está planeada. Él es pastor evangélico, pero da igual que sea pastor evangélico o que sea lo que sea. En la charla, la verdad es que él nombra a Dios, pero podría nombrar o nombrar a la fuerza divina de otra manera.
Entonces la fuente, la naturaleza, como queráis. Él habla de esa fuerza que nos une a todos. Ese Ki, ese Prana, ese da igual.
Entonces nos dice oye, nuestra existencia está planeada por esa fuerza universal y habla de que cada uno de nosotros es importante para esa fuerza universal y para la historia del mundo. Curiosamente, estoy leyendo un libro que me recomendó también una alumna, Nelly, gracias Nelly, de Anita Moorjani, que se llama Morir para ser yo, que habla de una experiencia cercana a la muerte y tiene muchas relaciones o muchas correlaciones con esta charla de Rick Warren. Y veis, o sea, quiero decir que puede ser pastor evangélico o cualquier cosa que al final lo que resuena a verdad resuena a verdad.
Y está muy chula. Entonces en la charla de Rick Warren, pues habla de todo esto y habla de conceptos muy interesantes. Por ejemplo, diferencia tres niveles de existencia.
No podemos estar en una vida de supervivencia, solo sobrevivir. Creo que no hace falta que hable sobre esto, ya sabemos todo lo que es de una vida de éxito. Pero dice que el mejor plano es el vivir una vida de significado.
Y que la diferencia entre ellas es comprender cuál es el propósito de mi existencia. Y bueno, pues en esta charla reflexiona sobre esto y nos ayuda un poco a o nos guía por su camino como posible reflejo de nuestro. Para mí, una de las partes más importantes de la charla, claro, él dice que todos estamos como apostando por algo en la vida y que deberíamos prestar mucha atención en la importancia de aquello en lo que estamos apostando en nuestra vida.
Porque esto determina nuestra vida, nuestras decisiones, nuestras relaciones y nuestro comportamiento. Que al final, por determinado lo que hacemos y lo que somos en el mundo. Así que, bueno, pues habla de eso, de nuestra visión del mundo, de cómo actuamos.
Y fijaos que aquí lo hemos hablado otras veces, no lo de vivir en nuestro propio mundo. No está muy bien esta charla de Rick Warren y como digo, para mí una de las y termino no por no ver la charla está en TED. Lo ponéis en YouTube y os va a aparecer o en cualquier sitio o en la misma página de TED ponéis Rick Warren una vida con propósito y os va a salir.
Ya he hablado de esto, sí, sí, sí, ya he hablado de esto. Bueno, pues como me la veo todos los años, pues así os hablo todos los años. Vale y termino con una cosa muy chula que dice que él habla de una de una parábola de Moisés y tal.
Y que Dios le pregunta a Moisés ¿qué hay en tu mano? ¿Qué hay en tu mano? Y en la mano de Moisés había un callado para pastorear ovejas. Y Rick Warren nos indica que el callado, el callado, el callado es la estación de el callado es la la herramienta representaba este callado tres cosas en la vida de Moisés. Uno, un símbolo de su identidad y de su ocupación, de su carrera, de su trabajo, no es un pastor.
Dos, el símbolo de sus ingresos como pastor. Y tres, el símbolo de su influencia, es decir, que el que hay en tu mano es tu identidad, tu salario y tu influencia. Y claro, nos dice Rick Warren que a partir de estas tres cosas podemos hacer cosas increíbles.
Entonces nos pregunta ¿qué piensas hacer con todo lo que has recibido? Con aquello que nos fue dado. Talento, historia personal, historia familiar, educación, libertad, oportunidades, salud, ideas, creatividad. Entonces, ¿qué estamos haciendo con esto que ya nos ha sido dado? Y bueno, hay una frase muy bonita que dice ¿sabes que Dios sonríe cuando tú eres tú mismo? Muy bonita la charla de Rick Warren.
He leído un libro. ¿Habéis leído Siddhartha? El libro este de Herman Hesse, no sé cómo se pronuncia, pero ya me entendéis. Herman Hesse.
Hay un libro que se llama Siddhartha. Lo estamos leyendo este mes en el club de lectura del curso y y he propuesto otro que no es como Siddhartha. Si no habéis leído Siddhartha, cerrad ahora mismo este video y comprad Siddhartha o alquiladlo o id a la biblioteca.
Siddhartha está en todas partes. Es genial. Y para los que ya habían leído Siddhartha, les he recomendado otro libro que se llama Los ojos del hermano eterno de Stefan Zweig .
Que no es como Siddhartha, pero bueno, tiene ahí un marco similar. Está muy bonito también. En los ojos del hermano eterno y te ayuda a reflexionar mucho sobre decisiones que vamos tomando en nuestro día a día, cómo afecta nuestra vida y cómo está bien ver ese pasado, presente y incluso cómo es nuestra proyección a futuro.
Está muy bien. Y cómo nuestros actos tienen el poder de variar muchas cosas a nuestro alrededor. Entonces, oye, los ojos del hermano eterno.
Estoy leído y estoy leyendo el que os digo de Anita Moorjani. Ya os hablaré más porque no lo he terminado. Estoy a puntito, pero no lo he terminado.
Así que así que nada. Bueno, normalmente trato muchos temas, pero me he alargado con estos y no quiero hacerlo mucho más largo. Siempre me propongo hacer este tipo de vídeo podcast reflexivo sin tiempo.
Pero bueno, acabo de ver que llevo 25 minutos y digo venga va, me guardo otras ideas de las que quería hablar para otros vídeo podcast de estos. Si quiero decir algo así para terminar y que tiene que ver al final. Fijaos que hemos hablado de esos el postre de Yoga, esos mínimos de yoga, de la charla de Rick Warren, de ese libro que os he mencionado brevemente.
¿Dónde ves a la Divinidad?
Y hay un punto que para mí es importante, que tiene que ver con todo esto, que es ¿dónde ves tú la divinidad? ¿Qué te acerca a la divinidad? ¿Qué te hace estar en ese estado de flow que a veces se llama? ¿Sabéis el libro este que se llama Flow? Está muy bien, el mensaje del libro está muy bien. Entonces, ¿qué te acerca a la divinidad? ¿Cómo quieres llamarlo tú? Bueno, tengo alumnos religiosos, muy religiosos, muy devotos y practicantes de varios tipos de religiones y a esta fuerza universal le llaman Dios, Dios. Y otros alumnos que les chirría la idea de las religiones y demás.
Y entonces le llamamos ¿cómo? Divinidad, naturaleza, fuente, lo que hemos dicho antes. ¿Cómo? ¿Cómo quieres llamarla? Da igual, ¿no quieres llamarla? Mejor. Cuantas menos etiquetas, más cerca estamos.
Entonces, ¿por qué? Porque si no etiquetamos y solo sentimos, nos acercamos mucho más. Si etiquetamos, hay muchas ideas preconcebidas que pueden lastrar nuestro acercamiento a eso. Entonces, si nos quitamos todas las etiquetas y solo queremos acercarnos a eso de cualquier forma, es más fácil.
Oye, ¿dónde ves tú? ¿Cómo lo llamas? Dios, divinidad, fuente, naturaleza, nada, luz. ¿Cómo? ¿Dónde ves tú la divinidad? Y entonces mi segunda pregunta sería, la primera es, oye, ¿dónde veo yo la divinidad? ¿Dónde ves la divinidad? Y la segunda pregunta es, ¿qué hago para acercarme a esa divinidad? Es decir, ¿la veo escuchando música? Pues tengo que escuchar más música de esa que me acerca a la divinidad. ¿Me acerco a la divinidad dando paseos por la montaña? ¿Por la playa? ¿Por donde sea? Entonces tengo que dar más paseos.
Tengo que abrir espacios en mi día porque además no vamos a ver a la divinidad solo de una manera, vamos a verla de diferentes maneras. Entonces tenemos que abrir espacios en nuestro día a día para ver a la divinidad, pero ni siquiera hacer lo que otros nos dicen que hay que hacer para verla. Porque yo puedo verla de una manera y yo te digo, oye, yo así la veo, pero tú no.
No sé por qué. Eso no sabemos por qué es así, pero cada uno la vemos de una manera. Entonces hay como algunas ideas en común que, por ejemplo, oye, pues haciendo meditación, paseando en el silencio, en los elementos, o sea, oye, quien no vea a la divinidad en la orilla del mar, oyendo las olas, viendo esa respiración del planeta y también lo dice Nelly, eso he hablado antes de ella, también lo dice ella en su libro, lo de que la marea, ese ir y venir de las olas, es como la respiración del planeta.
Entonces, oye, quien no vea a la divinidad ahí. Pero no solo ahí, no? La vemos en muchos sitios, entonces da igual. Yo puedo decir yo la veo paseando, pero si tú no la ves paseando, no pases.
Da igual, o sea que nadie nos puede decir dónde está la divinidad. Ni siquiera podemos decir está en las asanas, está en… No, no, no, no lo sabemos. No sabemos dónde está la divinidad.
Entonces, ¿dónde ves a la divinidad? ¿Ahí? Pues entonces hay que hacer más de eso que nos acerca la divinidad. Hay que abrir espacios en nuestro día a día para ver la naturaleza, la fuente, para estar cerca. Dice Wayne Dyer que siempre estamos cerca, pero que no nos damos cuenta.
Abramos espacios para ver a la Divinidad en nuestro día a día.
Un abrazo, querido Sadhaka.
Favorito
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