Imagina un mediodía mexicano, el sol abrazando la tierra… y del corazón de Puebla, un manantial que canta vida: Tehuacán. En esta cápsula de Yolocamotes, exploramos la historia profunda del refresco Tehuacán, desde sus raíces sagradas hasta su transformación en emblema nacional. Pero también hablamos de la sombra que hoy amenaza ese legado: el abuso, la negligencia y la explotación desmedida de nuestros recursos. Cada burbuja lleva la memoria de un pueblo que merece respeto. Hoy, más que nunca, levantar un vaso de Tehuacán es un acto de conciencia. No solo bebamos su historia. Defendámosla.