Ni la gran inseguridad, ni la alta tasa de delincuencia que ostenta Esperanza Sur han podido evitar la presencia de Jorge Sanz en el barrio. Con la firme decisión de buscar inspiración para el papel de exdrogadicto que encarnará en su nueva película, el famoso actor recala en el barrio. Su llegada provocará un gran revuelo entre los vecinos, especialmente en Luisma, ya que el reputado intérprete le seguirá continuamente convirtiéndose en su sombra.

Paz guarda los regalos de sus exnovios para recordar los buenos momentos vividos, pero cuando Luisma lo descubre los celos se apoderan de él. Aconsejado por Macu, el novio de Paz decide hacer a su novia un regalo especial para que ella tenga un inolvidable recuerdo suyo, aunque cuando aparece regalandole una figura no demasiado agraciada, Paz, no sabrá que decirle a Luisma.

Cuando Macu pide a Lorena que cuide de Luisito mientras va al médico, la joven pone en marcha un creativo plan: hacerse pasar por madre soltera para incrementar su efectivo. Lorena espera que las clientas del centro de estética del barrio se apiaden de ella al ver al pequeño y le dejen generosas propinas.

[Mauricio] descubre que la tapa de un yogur servido en su establecimiento incluye un premio de un viaje a Ámsterdam. El problema radica en que el dueño del Reinols adquirió el postre lácteo en la tienda de Chema, producto que posteriormente le sirvió dentro de un menú. Dado que el tendero se deshizo de la tapa sin leerla, Mauricio se erige en el ganador del premio. Las disputas entre ambas partes no tardan en surgir y Luisma les propone una curiosa solución: jugarse el viaje.

Tony encarga a Lorena maquillar difuntos, por error el hermano de Mauricio, le dará el maquillaje equivocado y acabará maquillandolo como Tony se iba a maquillar para el día del orgullo gay.

Afortunadamente a Mauricio, le toca la Primitiva y encarga a Luisma de sellar el boletolo aunque la cosa se complica cuando se lo olvida en un tanatorio, donde maquillaba a los difuntos.

Debido a una extravagante iniciativa de Aidita, Jonathan y Fidel acaban con las manos unidas con las esposas que el hijo de Aída ha sustraído a un agente policial. Como la pequeña se niega a entregarles la llave, ambos amigos deambulan por el barrio buscando la manera de deshacerse de sus ataduras sin que nadie se aperciba del robo perpetrado por Jonathan.

Los nervios y la preocupación hacen mella en Paz cuando descubre que podría estar embarazada. Aconsejada por Chema, intenta contárselo a Luisma.

Tras encontrar trabajo, Soraya deja a Eugenia a cargo de su hija Aídita. Sin embargo, las toscas costumbres y los castizos gustos gastronómicos de la bisabuela contrastan con la refinada educación y los exquisitos hábitos alimenticios que la madre trata de inculcar a su pequeña. En su afán por evitar la controversia con Eugenia, Soraya decide buscar otra canguro para su hija.

Dos situaciones sumamente sospechosas preocupan a Soraya. Las extrañas conversaciones de Luisma con misteriosos individuos y el hallazgo de varias jeringuillas en la casa le llevan a pensar que su tío ha vuelto a consumir drogas. Pero es que la joven ignora que Luisma se ha reencontrado con Paquiño, un traficante colombiano y ex-convicto que le reclama la devolución de una figura de Garfield que ocultaba una importante cantidad de droga.

Cuando su padre le impide continuar con los ensayos de un revolucionario experimento en la tienda familiar, Fidel traslada su investigación científica a un nuevo laboratorio: la casa de la Familia García. Allí trabaja en una fórmula capaz de convertir a un conejo en una agresiva fiera.

Movida por el interés económico, Lorena comienza a salir con Rafa. Sin embargo, la joven siente una gran atracción por Iñigo, un amigo de su actual pareja que acaba de romper con su novia. Para conquistar al chico sin dejar a Rafa, la hija de Aída se inventa a Loreto, su 'hermana gemela' intelectual.

Chema anima a Mauricio a presentarse a la décima edición del concurso de tapas del barrio, pero éste se niega a inscribirse en el certamen debido a los fracasos cosechados en anteriores ediciones. Su avaricia le lleva posteriormente a participar en la competición gastronómica y a sobornar a Eugenia, miembro del jurado.

Buscando una botella de anís para Eugenia, Mauricio sufre un accidente fortuito que le deja sin memoria. Este acontecimiento será aprovechado por los clientes del local para burlarse del propietario del bar Reinols.

Luisma y Barajas inician una atípica competición por demostrar quién de los dos es el menos débil de carácter. La rivalidad entre ambos llega a tal extremo que arruinan la cena que iban a compartir con Paz y Macu haciendo gala de una actitud prepotente y egoísta. En su afán por cambiar su comportamiento, ellas toman una decisión sin precedentes: dejar de mantener relaciones sexuales con sus parejas durante un mes. Esta curiosa iniciativa femenina lleva a ambos amigos a un estado de profunda desesperación.

Fidel está pletórico tras conseguir su primera tarjeta de crédito. Mientras el hijo de Chema la utiliza responsablemente, Jonathan descubre el número secreto y realiza numerosas compras por teléfono a cargo de su amigo. Cuando Fidel se percata poco después de que ha superado el límite de gasto, sufre un ataque de histeria. El joven ignora completamente que Jonathan es el autor del desfalco.

Movido por su ansia de poder y la oportunidad de llevar a cabo nuevos trapicheos, Mauricio logra hacerse con la presidencia del club de fútbol de Esperanza Sur.

Paz lleva una semana fuera de casa haciendo un curso, Luisma espera ilusionado el regreso de su novia. Sin embargo, el ansiado encuentro sexual de la pareja resulta decepcionante dado que Luisma no logra dar la talla. Poco después, la delicada situación íntima de la pareja llega a oídos de los vecinos, que se inmiscuyen en el asunto poniéndoles aún más nerviosos.

El lado más valiente de Luisma aflora un día de borrachera junto a Barajas cuando saca a Machupichu del bar tras haberse intoxicado con una fuga de gas. Su heroico acto pasará completamente desapercibido cuando una confusión lleva a Chema a creer que el salvador del camarero es Barajas. La injusta aclamación popular de Barajas como nuevo héroe de Esperanza Sur molestará al verdadero salvador.

Harto de que Chema le reproche su grosería y descaro con las mujeres, Mauricio decide elevar el apetito sexual del tendero vertiendo en su cerveza una misteriosa sustancia. Tras ingerir la bebida, el tendero sufre una profunda transformación al ser incapaz de controlarse cada vez que tiene una mujer ante sí.

Tony decide contratar a Lorena como ayudante. La ilusión inicial se convierte en decepción cuando la hija de Aída se percata de que su trabajo en el negocio del hermano de Mauricio se reduce a barrer el local. Gracias a su tesón y fuerza de voluntad, la joven demostrará que está capacitada para trabajar como peluquera.

Con su madre en prisión, Soraya se ve obligada a asumir la dirección y control de la familia García. Los distintos miembros de la saga, verdaderos especialistas en eludir las responsabilidades domésticas, no le serán de gran ayuda con las tareas cotidianas, por lo que agradecerá la ayuda que le brindan Chema y Paz. La determinación de la joven en su nuevo cometido y sus gustos excesivamente refinados saldrán a la luz conforme se vaya asentando su autoridad.

Tras descubrir que su hija ha sido víctima de malos tratos por parte de su marido, Aída decide protegerla. Una pelea entre Soraya y su esposo tendrá un trágico desenlace para la protagonista.

Tras el fallecimiento de un acaudalado tío, Mauricio descubre que él y su hermano Tony son los dos únicos herederos del difunto. La única condición que exige el finado en su testamento para que los sobrinos puedan recibir la herencia es que estén casados. Por ello, Mauricio y Tony emprenden una desesperada búsqueda de pareja. Ante las dificultades que entraña esta iniciativa, el dueño del Reinols se percata de que Machupichu, recientemente divorciado, es el candidato ideal.

Chema debuta como colaborador en “Fundación Hombre”, asociación en la que se desintoxicó Luisma. El tendero sugiere al hermano de Aída que comparta su experiencia con otros drogadictos. Celoso del protagonismo de su amigo en la asociación, Barajas intenta boicotear las charlas de Luisma hasta que Chema le invita a que preste su ayuda. Poco después, ambos inician una competición para desenganchar al mayor número de toxicómanos.