Los servicios de Paz son requeridos por un alto cargo de la Embajada de Italia. La joven acepta y se dirige a casa del diplomático pero, en el transcurso del servicio, el italiano fallece. Presa del pánico, Paz decide pedir ayuda a su amiga Aída para deshacerse del cliente muerto. El caso cae en manos de un comisario a punto de jubilarse que trata de esclarecer el caso al hilo de los testimonios de los principales sospechosos: Aída, Paz, Mauricio, Chema y Luisma, que ofrecen sus respectivas versiones del fallecimiento del diplomático y el motivo por el cual se ha producido un tiroteo en el Bar Reinols.