La correspondencia de Wagner comprende varios volúmenes y abarca toda su vida artística, desde las cartas a Minna, su primera esposa, hasta aquellos de sus días de Bayreuth. Tal vez, su gran amor fue Mathilde Wesendouk, casada con uno de sus discípulos, y fue ella quien, al parecer, le inspiró la obra: "Tristán e Isolda”. La siguiente, es una de las cartas que él envió a Mathilde.