En el segundo episodio de la cuarta temporada Andrés Felipe Arias relata la marcha sobre Roma de Sila y cinco legiones bajo su mando, algo completamente ilegal, inconstitucional e inusitado, toda vez que se consideraba, colectivamente y sin cuestionamiento alguno, que las legiones romanas pertenecían únicamente a Roma y, por lo tanto, debían serle siempre fiel, nunca asediándola, atacándola u ocupándola. Una vez Sila llega a las inmediaciones de la ciudad, Arias nos ilustra la forma en que el cónsul en ejercicio le tiende el asedio, dividiendo su ejército en tres columnas, para luego violar el pomerium, enfrentarse y derrotar al improvisado pie de fuerza reclutado por Cayo Mario, Mario el Menor y Sulpicio, no dejándoles opción diferente a estos tres que escapar e intentar desaparecer.