La tensión superficial es la tendencia de las superficies líquidas en reposo a contraerse en la mínima superficie posible.
En general, para conseguir una correcta aplicación del esmalte, siempre es importante trabajar sobre la tensión superficial del fluido disminuyéndola o, más generalmente, ajustándola, hasta alcanzar los valores adecuados según el sistema de aplicación elegido (spray, vela o campana).
Para ello, existen en el mercado varios productos químicos que, según su naturaleza química y su formulación, son capaces de afectar a la tensión superficial actuando -por ejemplo- como agentes niveladores (tensioactivos y humectantes), antiespumantes (antiespumantes) o compatibilizantes (en caso de fenómenos de repelencia), resolviendo muchos problemas.
¿Cómo actúan estos productos químicos y, más en general, qué debemos saber sobre el tema?