En la kabbalah el amor se entiende como un deseo de dar y compartir, más que un deseo de recibir. También considera que la primera vez que encarna un alma, cuando desciende el alma se parte en dos, un aspecto femenino y otro masculino. La parte femenina viene a recibir sin ego, y la parte masculina viene a aprender a dar, si logran hacer esa tarea pueden encontrarse y vuelve a hacer una unidad, si no lo hacen mueren sin haberse encontrado. Pero independientemente de si tu pareja es tu alma gemela o no, el haberla escogido es una oportunidad para evolucionar y aprender con esa relación. Y también en la medida que seas consciente que tu completud no está afuera, sino que está dentro de ti, podrás sentir felicidad.