Hoy nuestro viaje pasa por el suroccidente asturiano, nos vamos a Pesoz. Allá por medidos del siglo XX, nació un pueblo, con el fin de albergar a los obreros que levantaron la presa de Salime inaugurada en 1954.
En tan solo 10 años se construyó la presa más grande de toda España y para ello fue necesario contar con cientos de trabajadores, y, obviamente, había que acomodarlos en algún lugar.
Así nace A Paicega, un lugar en el que no solo existían viviendas, había cine, economato, panadería, barbería, escuela, hospitalillo, cuartel de la Guardia Civil y como no, una iglesia donde se llegaron a oficiar más una decena de bodas.
3.000 trabajadores ayudaron en aquellos años 50, a levantar una de las obras más faraónicas de nuestro país. A Paicega era casi una ciudad en el alto Navia, por desgracia el paso del tiempo, ha convertido este lugar, en un pueblo fantasma, hoy uno de los hitos del patrimonio industrial de Asturias, es un lugar de silencio, pero lleno de historia.