El Granada CF está viviendo un momento muy delicado en todos los sentidos, tanto en lo deportivo como en lo económico. De todos es conocido los problemas que el club está teniendo para poder dar de alta a los jugadores contratados, circunstancia esta que, aunque un tanto común en otros equipos del fútbol español, no disculpa a los actuales dirigentes. Como decíamos ayer, en este momento la plantilla cuenta con tan solo diecisiete futbolistas en el primer equipo y necesita con imperiosa necesidad firmar, como mínimo cuatro más para poder cerrar una plantilla de ciertas garantías para afrontar una competición muy exigente como es esta segunda división. Por eso la situación, a falta de cinco días para el cierre del mercado, es dramática. Todo apunta a que es obligado vender para pensar en seguir fichando. Los límites salariales del organismo organizador de la competición, la Liga de Fútbol Profesional, han bajado la barrera de la permisividad este año para evitar que los equipos se endeuden como ya sucedió durante aquellos años ochenta y noventa. No se puede volver a repetir aquella situación y por ese motivo Tebas ha ajustado el cinturón a todos los clubes profesionales, también al Granada CF. Y a los dirigentes rojiblancos les ha pillado con el paso cambiado. Veremos a ver como resuelven la situación, que solo tiene una salida, con manifestaciones o sin ellas, ya que a falta de buenos traspasos de futbolistas, el club solo necesita que alguien aporte dinero, mucho dinero.