La imagen del Granada CF en su Trofeo fue mala, muy mala. La derrota contundente ante un equipo de Emiratos, el Al Ain FC, fue dura y contundente, 0 a 3. Dijo el técnico rojiblanco, Pacheta, una vez finalizado el choque, que los árabes conforman el mejor equipo de Asia y eso, más allá del poco acierto de su equipo, explica el resultado final del partido. El burgalés, en medio de la tormenta, quiso ser positivo y dijo que el resultado fue demasiado contundente ya que su equipo falló ocasiones muy claras para hacer gol. Y tengo que decir que, a mi juicio, no le falta razón al entrenador. El resultado debió de ser otro si tenemos en cuenta las oportunidades que tuvo este nuevo Granada, algunas de ellas prácticamente a bocajarro, ocasiones que no fueron convertidas bien por poco acierto, bien por auténtica mala suerte. Pero este hecho, que es importante en fútbol, no puede explicar todo lo sucedido. El equipo que vimos el sábado tiene mucha gente joven en sus filas, algo que dibujan una situación que puede tener (Dios quiera que no) continuidad cuando el sábado comience a rodar el balón de forma oficial en el estadio de Los Cármenes. El Granada CF es un equipo incompleto y este contundente marcador, con una imagen realmente deficiente, debe ser el escarmiento que necesita el club para terminar de rematar adecuadamente la plantilla, para afrontar una segunda división que es una categoría muy exigente. No vale con decir que este año el objetivo es el de la permanencia. Porque de la permanencia al descenso, muchas veces, hay tan solo un pequeño paso.