Cada persona tiene con su cuerpo la relación que tiene. Nadie necesita que le recordemos, lo que ya sabe, lo que ya ve, lo que ya vive, lo que le duele, si es que le duele, claro, o aquello que en algun momento le hizo sufrir, y aunque ya cicatrizada la herida, todavía hoy ante el recuerdo de aquel momento, de aquella mirada, amaga con volver a abrirse.