Vallaki llora a sus muertos tras la masacre del festival. Vargas Vallakovich, derrotado y arrepentido, se arrodilla pidiendo perdón. El grupo investiga a los Wachter, creyéndolos aliados de los cultistas, pero descubre una verdad más oscura. Fionna Wachter revela secretos sobre Victor, Vargas e Izek y propone una alianza para derrocar al burgomaestre. Sin embargo, Snagg tiene una terrible visión: no importa quién gobierne Vallaki, Strahd acabará con todos.