Así pues para poder ser y estar en el presente , matamos el futuro y el pasado para renacer en un presente. No existen memorias , no existe esperanza en este presente. Sólo un vilo delgado y frágil que nos sostiene.
El presente es sí la experiencia de la vida en la soledad más pura de sus vivencias. No somos otro , no reflexionamos acerca lo otro , esto que es , se rinde ante la vida con la intuición más simple: sentir, su cuerpo, su soledad, su alma , su centro sin presencia de la otredad. La soledad más intima del presente. La soledad que llevamos a cuestas y que siempre intentamos olvidar. Compartimos este punto distante que se vislumbra como una estrella en el cielo que admira, se congratula y disfruta la dicha de compartir el cielo estelar con más estrellas.
Soledad que no es desdichada , cómo habría de serlo si es el estado natural de toda ser . Por tal motivo debe ser increíble tocar y ser tocado , sentir y ser sentido. Por momentos esta soledad que jamás será más casi siente y está segura de ser más. Un abrazo a esta alma que por dicha o desdicha nunca será más pero que nunca acepta su realidad pues siempre busca trascenderla y "resolverla" por medio de la otredad.