Dios le ofreció al pueblo de Israel lo mejor que Él tenía: su fidelidad, su amor y mucho más de todas sus necesidades básicas. Pero, Israel nunca se dio cuenta de estas cosas. El cielo enviaba profetas y mensajeros para hacerles ver la verdad, pero todos fueron rechazados y las consecuencias fueron fuertes sobre Israel. Se le entregó todo lo que era de ellos a los que si querían ser fieles a Dios.