Tras la muerte de Enrique II y de Francisco II, que reinó un corto período, durante el cual siguió ejerciendo el poder la Casa de Guisa, Carlos IX asciende al trono y Catalina de Médicis es proclamada regente. Su verdadero poder político se reveló entonces sin ninguna clase de limitaciones y continuará ejerciéndolo durante el reinado de su último hijo, Enrique III. Intentó conciliar los dos bandos religiosos, católicos y protestantes, concertando el matrimonio de su hija Margarita de Valois, conocida también como la "Reina Margot", con el jefe protestante Enrique de Navarra, pero ante la intransigencia mostrada por ambas facciones, decidió acabar con los principales cabecillas de los hugonotes que acudieron a París como invitados a la boda. Al enterarse de ello Margarita, advierte a su marido, quien pudo escapar a tiempo. La masacre de San Bartolomé, nombre que se ha dado a la sangrienta purga, comenzó la noche del 24 al 25 de agosto de 1572 en el reinado de Carlos IX y en ella murieron más de 3.000 hugonotes, resaltando entre ellos Gaspar Coligny. Coligny era un gran líder del ejército protestante, el cual representaba un peligro para Catalina, y gracias a su gran habilidad para ejercer su voluntad convence a su hijo para que tome la terrible decisión de acabar con la vida de Coligny.