La región del Caribe, severamente afectada por el cambio climático, insiste en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ha adoptado el enfoque de “adaptación primero” a través del proceso de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
El Acuerdo de París de 2015 proporciona un marco de políticas superior para la acción climática, que incluye financiamiento climático, transferencia de tecnología y capacidades, y pérdidas y daños. Su objetivo de limitar el calentamiento global a menos de 2,0 ° C fue firmado y ratificado por la Región del Caribe. Para 2020, cada país presentó sus compromisos climáticos (NDC), brindando una visión y dirección de desarrollo, comunicando las medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y construir la resiliencia necesaria para adaptarse a los efectos del aumento de las temperaturas. Estos proporcionan la base para los esfuerzos futuros para aumentar la ambición en la reducción de gases de efecto invernadero y la adaptación al clima.
Sin embargo, se necesita hacer mucho más para limitar las emisiones a fin de evitar impactos catastróficos del cambio climático en la región del Caribe. Países como EE. UU., China, Reino Unido, Francia, Alemania y otros países de la UE no están avanzando lo suficiente en el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París. Las políticas globales actuales solo se proyectan para limitar el calentamiento a alrededor de 3 ° C, mientras que los compromisos colectivos de NDC solo se limitarán a alrededor de 2,8 ° C.
Otro foro importante es el Grupo de Ministros de Finanzas para la Acción Climática de 2019, que crea conciencia sobre el cambio climático como un tema central para los ministerios de finanzas y aumenta el conocimiento de las tendencias internacionales, como la taxonomía de los bonos verdes, los paquetes de recuperación verde y la política climática.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas también son un marco global importante para la acción climática. Los objetivos incluyen muchas áreas relevantes para el cambio climático, tales como: agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsable y vida de los ecosistemas terrestres.
Para abordar el cambio climático, se necesitan marcos de gobernanza climática efectivos e integrales que aseguren: (i) resultados medidos y verificación, incluida la transparencia, (ii) coherencia institucional, (iii) planificación eficaz; (iv) enfoques inclusivos y participativos para la construcción conjunta; (v) visiones poderosas que alineen a todos los actores públicos, privados y de la sociedad civil; y (vi) la movilización efectiva de fondos concesionales y no concesionales para anclar la agenda