Fíjate en las cosas pequeñas, pero poderosas, que te pueden empoderar.
Deja de ver solo las cosas que te empobrecen.
Tómalo muy en cuenta, tú crees que te empoderas, pero sigues sin producir.
Si te ves apocado, pobre será tu producción.
Tú tienes una gran fortuna. ¿Cuánta de esta fortuna estas gastando en edificar?.
Dios se encarga de darnos cosas pequeñas, como un grano de mostaza, para hacer grandezas. Tú puedes tener cosas muy pequeñas, pero tú sabes algo muy grande: tú sabes quien eres.
No puedes visualizar en grande porque no has creído lo que Dios te ha dicho.
Por cuanto has creído, de esa dimensión será tu fruto. Tú ves como profeta y sabes que esa pequeña gran nube traerá lluvia de agua viva.
Nosotros tenemos la voz que anticipa lo que Dios dirá y hará.